viernes, marzo 30, 2018

Y así acaba Shokugeki no Soma

O así seríamos más felices...

Shokugeki no Soma: San no sara

Humor:                                        
Enfrentamientos emocionantes:      
Nuevos personajes molones:        
Animación decente:                      
Buen villano:                                 
Echii para ellos y para ellas:          
Comidas apetecibles:                    
Tadokoro:                                    
Alice:                                            
Natalie Portman:                           
Buen ritmo:                                  


Tercera temporada de la adaptación al anime de Shokugeki, continua el buen hacer sus predecesoras, mejorando incluso a su predecesora inmediata (ver reseña) al no limitarse a ser una sucesión de enfrentamientos frenéticos. Reordena algunos de los acontecimientos del manga, pero creo que con ello consigue mejorar el ritmo de este y que la temporada está muy bien diseñada en cuanto a estructura de acontecimientos, no todo son Shokugekis y eso también ayuda. La incorporación del Elite-ten es bastante buena si obviamos esa decisión comercial de presentarlos con una OVA, y en general funcionan muy bien como villanos, con un par de asientos inferiores como rivales de la temporada y ya muchos focos para Rindou y Tsubasa. Sin enfrentamientos, la dinámica entre los de primer año es muy buena, con mucha química y comedia entre ellos; más o menos todos tienen un rol digno, e incluso recuperamos a algunos que habían sido obviados por completo en la segunda temporada. Y para rematar tenemos un gran tratamiento de Erina, que en esta temporada sufre un gran cambio que venía fraguándose desde los primeros capítulos y que me parece que, en líneas generales, está muy bien llevado (a falta de un par de guindas finales que sucederán después). Esta temporada me parece muy recomendable, muestra lo mejor de Shokugeki en cuanto a comedia y desarrollo de tramas y personajes, y las comidas son un medio, que no un fin.  


El problema es lo que vendrá después, en una cuarta temporada (o segunda parte de esta tercera) ya anunciada para dentro de unos días. La saga de los rebeldes, con unos exámenes ridículos a los suceden unos enfrentamientos aburridos y carentes de emoción es un cúmulo de malas decisiones de diseño, donde la serie en ningún momento sorprende, donde la comedia y el desarrollo de personajes desaparecen casi por completo en favor de batallas sosas con un formato tan predecible como sobrecargado de explicaciones que no importan a nadie. La idea de los autores no me parece mala, pero su ejecución es tan mala que a partir de este momento la historia se hunde inmediatamente en la más absoluta mediocridad. Es una pena, hasta su tercer año el manga de Shokugeki siempre me había parecido -dentro de lo difícil de ofrecer un shonnen de peleas culinarias- poco menos que modélico, pero a partir de entonces pasa a ser una serie absolutamente indefendible y para nada recomendable.

Esta tercera temporada del anime es buena. Es recomendable. El problema es la basura que vendrá después.

miércoles, marzo 28, 2018

Aquellos maravillosos años

ReLIFE

Hace un par de años apareció el anime de esta serie (ver reseña) y, más allá de su horrible música de ascensor o de la polémica de su distribución, tuvimos una historia sencillita pero bastante efectiva en la que un hombre "fracasado" tenía la oportunidad de volver a vivir una vida de instituto. La serie era una comedia de instituto que se basaba en el contraste de tener a un treintañero conviviendo con adolescentes, el ver como este se contagiaba un poco del entusiasmo de estos y como abandonaba su deprimente visión de la vida. Teníamos un poco de romance y algo de drama por los traumas del protagonista, pero sobre todo teníamos una comedia bastante competente debido al carisma de los personajes. La serie no ha pasado a la historia, pero a día de hoy sigo considerándola recomendable.
Y tal que así me pasé al manga, que ha acabado recientemente (y cuyo final ha sido adaptado al anime de una forma bastante comprimida). Y es un manga bastante recomendable. El ritmo es algo más lento de lo que me gustaría, al autor le gustan mucho las transiciones y los planos de ubicación, y además suele dibujar viñetas bastante grandes con lo que los capítulos se leen bastante rápido, pero en general la historia continua bien y vemos como se desarrolla de una forma bastante lógica tanto del drama del protagonista con su pasado como todas las vertientes de su vida escolar (de hecho la historia se centra mucho también en sus compañeros, y llegado un momento casi se puede decir que esta coprotagonizada por la chica que supone el interés romántico del protagonista). La comedia sigue funcionando bastante bien, al basarse principalmente en gags puntuales debido a las particularidades de algún personaje... y además en estos momentos la serie es muy bonita de ver debido a que suele pasar a un modo super-deformed muy simpático. En su recta final la serie vuelve relativamente dramática, pero también funciona bastante bien en el sentido melancólico por el drama de los personajes al tener que separarse y la tristeza del protagonista porque va a ser olvidado por el resto de sus compañeros (afortunadamente la serie no intenta entrar nunca en el juego de querer explicar como funcionan las píldoras de rejuvenecimiento o toda la tecnología del proyecto ReLIFE).
Es este también un manga que se ha publicado desde el principio via web, y eso también se nota y lo convierte en una lectura inusual. La composición de las viñetas es claramente vertical, con grandes y alargados planos que se funden con los bordes mediante tramas y donde ocasionalmente vemos viñetas enmarcadas de algún primer plano. Además el de este manga es un dibujo completamente digital y coloreado desde el principio, es muy regular y muy efectivo, pero también algo frío -especialmente en los decorados- y en cierta forma se hecha en falta la irregularidad del dibujo manual o un entintado menos maquinal.
Particularidades de su formato al margen, es una historia sencilla y no especialmente sorprendente o intensa, pero drama y comedia están bien balanceados y a sus personajes se les coge un cariño notable. No es un manga imprescindible, pero si uno muy recomendable.

lunes, marzo 26, 2018

Crónica de otra vida anunciada

Cementerio de animales

Me ha decepcionado algo esta novela de Stephen King. Alberga las grandes virtudes del autor, pues es extremadamente accesible y fácil de leer, su narración es ágil y uno pronto se mete en la mente de sus personajes y es capaz de empatizar con ellos. Sin embargo, King también se pasa con este recurso, y llegado un momento es todo demasiado psicológico y -sobre todo- demasiado inevitable.

Creo que el argumento de esta novela es más o menos conocido, tenemos un cementerio indio y un gato, y a partir de ahí uno más o menos puede imaginar por donde va a ir todo. Es una idea excelente, pero creo que lo que King cuenta en 480 páginas podía haberlo contado en 300 y sería una gran novela. Y esta no es una novela sobre un médico y su gato zombie, es una novela sobre la muerte y el miedo a sobrevivir a ella, y las historias de los secundarios sobre muertes traumáticas son muy buenas e interesantes, y se alternan bien con el protagonista y sus reflexiones sobre Church. Es una novela que rezuma muerte por los cuatro costados y que no huye de ella, si no que reflexiona sobre como convivir con ella y se adentra en aspectos muy interesantes de la mente humana. Puro Stephen King (o al menos así me lo parece, dentro de mi escaso conocimiento de este autor). 

El problema de la novela es que la historia en si es pequeña y uno tiene la sensación de que el escritor se está repitiendo y está alargando un poco innecesariamente la novela, un problema clásico de los relatos con caracter psicólogico, donde la diferencia entre aburrir y agobiar no la define el autor si no que es distinta para cada lector. En mi caso, mi interés en la novela se difuminó casi por completo hacia el final. Era curiosa y se leía bien, pero no enganchaba especialmente, veía demasiado hacia donde conducía la historia y creo que le faltaba un poco de emoción. Ese es el otro gran defecto de la novela, al darle un enfoque de reflexión sobre la muerte los personajes no pueden hacer nada, uno ve avanzar la trama pero el propio King ya avisa de que los personajes no pueden enfrentarse a las fuerzas mágicas que los manipulan, y sin lucha no hay suspense ni intriga, por muchas páginas que King gaste intentando dibujar los pensamientos de los personajes sabemos lo que va a pasar al final, todo ello hace el relato extremadamente oscuro y algo tramposo. Un ejemplo de todo esto lo vemos, por ejemplo, con la escena del Wendigo, que esta muy bien narrada y es muy sugerente, pero que de encontrarse en otro momento de la historia habría ganado mucha más fuerza de la que tiene en un momento en el que casi estorba y en el que el lector sabe que no va a ser crucial. Luego al final llega el momento que uno está esperando desde el principio de la novela, pero son apenas 40 páginas y creo que King podía haberle sacado mucho más jugo a ese escenario dilatándolo en el tiempo y planteando otros conflictos que se entreveen previamente en la historia.
Es una novela ágil y entretenida, y bastante recomendable, pero no puedo evitar sentirme algo decepcionado tras su lectura.

sábado, marzo 24, 2018

Always look on the bright side of life ♫

La última resistencia

El tono triunfalista del manga actualmente es obvio, desde aquel momento en el que Praline cantaba para controlar a las medusas o peces que parecían conformar la red de inteligencia de Mont d´or, era obvio que la banda había comenzado ya su escapada triunfal. En ese camino que está a punto de culminar con la ingesta del pastel de Big Mom hemos visto a Luffy derrotar a todo un comandante de Big Mom o a Carrot mostrar la influencia de la luna sobre los mink. Ha habido emoción, y Oda está hilando todo lo fino que puede para justificar que media banda esté logrando sobrevivir a toda la flota de Big Mom... todas las victorias de la banda no son otra cosa que fugas agónicas, y las está consiguiendo gracias a la ayuda de los Firetank, algunos mink muy poderosos, el Germa y ahora los piratas del Sol. En algún que otro momento ha quedado demasiado forzado, pero creo que Oda está consiguiendo sobrevivir a este loco año de persecuciones mucho mejor de lo que el escenario inicialmente hacía prever.
Y creo que lo está consiguiendo gracias a una relativa ausencia de drama. Aunque en este capítulo hayamos visto la clásica secuencia de aldeanos corriendo, aunque Pedro haya muerto y aunque Sanji este siendo rescatado, esta saga no tiene el tono tan oscuro y épico de un Water 7 o un Dressrosa, es todo más ligero y alocado, y le sienta bien al manga.
Y en este capítulo hemos tenido un magnífico ejemplo. Cuando Judge ha espetado a Luffy todo lo que piensa de un Sanji que por fin ha tenido una pequeña victoria sobre Daifuku -y que en general ha humillado varias veces ya a toda su familia-, uno esperaría un momento "Quiero vivir" de Robin o cualquiera de esas grandes declaraciones de Luffy como capitán. Y Oda lo ha resuelto con humor. Cuando Judge ha hablado de debilidad, de que Sanji sólo piensa en cocinar... ha puesto por los suelos a su hijo con todos los defectos que le avergonzaban y que le habían hecho renegar de él... era la clásica escena preparada para una gran frase reivindicativa de Luffy, y este sencillamente no ha entendido al líder del Germa. Esta escena funciona como gag cómico a las mil maravillas, pero es todavía un mejor indicador del tono y el espíritu del manga; la épica y la batalla, la oscuridad y el dramatismo... todos ellos han sido tirados por la borda brutalmente en favor del compañerismo, la amistad, la comedia y el más romántico sentimiento de aventura. Judge y los villanos de esta serie jamás entenderán que para Luffy conquistar el mar no es vencer a todos los enemigos que en él encuentren, si no recorrerlo con sus compañeros encontrando amigos y maravillas a cada paso.
Tiempo habrá para él épica. Luffy quiere enfrentarse a Big Mom, pero este no es el momento, esta es una aventura para recuperar a un compañero antes de enfrentarse a Kaidoh. Esta ligereza cuando estamos ante la adversaria más poderoso a la que Luffy se ha enfrentado es extraña, pero es precisamente esta ligereza la que hará que la saga pueda acabar con el pastel y la saga sobreviva a ella sin que la maltrecha escala de poder sufra aún más.

miércoles, marzo 21, 2018

The Twilight princesses

Love Live! Sunshine!!

"Love Live" es una franquicia bastante sorprendente (escuchar espectacular edición del podcast), el juego es un vicio muy peligroso y el anime, en su segunda temporada, tenía unas lecturas más interesantes que lo que cabía esperar sobre unas chicas felices que se dedican a cantar (ver reseña). "Sunshine" fue una buena secuela (ver reseña), con un ambiente más desenfadado y un poso más amargo en el fondo que denotaba que el producto estaba ya muy asentado y sabía hacia donde dirigirse... pero quizás por eso mismo, por unas extrañamente altas expectativas, esta segunda temporada me ha decepcionado algo.

La serie sigue las peripecias del grupillo de Aqours en la recta final de Love Live, pero si bien en la temporada anterior las canciones ya eran relativamente secundarias y mostraban los momentos en los que la serie se encontraba más incómoda (una animación por ordenador muy ortopédica y una calidad muy discutible dentro del ya en si discutible género del J-Pop) en esta temporada pasan todavía a un plano más irrelevante. Hay pocas canciones -y eso se agradece-, e incluso la competición de Love Live se narra prácticamente por omisión, lo cual tengo que decir que es un detalle que me encanta. La serie tiene que mostrar alguna que otra canción, claro, pero en ocasiones incluso las usa a modo de ending y no se hacen demasiado pesadas. Lo importante de esta serie es el grupo protagonista, y aquí seguimos viendo a 9 chicas muy alegres con personalidades que se complementan bastante bien entre ellas. Y cuando se serie se centra en su fanservice de coletillas funciona muy bien, con un humor algo alocado y absurdo pero muy simpático. Episodios como el de la loca carrera entre mandarinas o Dia tratando de ser llamada "chan" son simpáticos, como la trama de Riko con los perros... son muy divertidos. No estamos hablando de nada especialmente destacable, esto es un slice of life moe que dista mucho de la calidad de Azumanga Daioh, pero si uno simpatiza con los personajes ve los episodios con una sonrisa en la boca.
El problema llega con el drama, la serie tiene un buen par de momentos dramáticos, pero creo que peca demasiado de repetir exactamente el mismo drama de su predecesora con la llegada de la inevitable separación del grupo. En la primera serie era sorprendente y bastante impactante, porque esta bien escrito... en esta segunda serie pierde gran parte de su fuerza porque -aunque intentan aportar matices- la historia se siente demasiado repetitiva.
Técnicamente sigue siendo una serie muy agradable de ver, con unos diseños de personajes y escenarios muy coloridos y bonitos, añadiendo en esta segunda temporada la nieve como un nuevo elemento de contrastes a la fotografía. La animación suele tener un gran nivel, y ya no se nota tanto el ordenador en las canciones.
Esta segunda temporada me ha decepcionado algo, pero es una serie alegre y divertida, mucho más recomendable de lo que uno pensaría a primera vista.

lunes, marzo 19, 2018

A discordant voice

Koe no katachi

"A silent voice" es una de las películas de anime más celebradas de los últimos años. Ganadora de múltiples premios, esta producción Kyoani no defrauda a nivel visual, donde -aún sin grandes alardes en acción o movimiento- es una autentica preciosidad exquisitamente editada (aunque quizás se habría agradecido que Kyoani contratara a otros artistas o modificará en si la dirección, pues el producto visualmente es muy semejante a sus producciones televisivas). La película es un regalo para los ojos (que no para los oídos, donde en el doblaje y la adaptación podríamos poner algunas quejas (¿tanto cuesta imaginar en sustituir "te quiero" por "el cielo"?)), sin embargo su historia me parece más discutible.

El drama de esta película es muy potente, es una historia que parte de una pobre niña sorda, y la obvia temática sobre la comunicación y a la soledad se le suma pronto una trama sobre los abusos escolares y las consecuencias de estos con un personaje que primero someterá a la chica a estos malos tratos y luego se verá el mismo víctima de ellos. Todo esto daría para una gran historia, y durante la mayor parte de su metraje es lo que vemos: una historia con bastante fuerza sobre unos temas bastante duros. Pero luego llegan los bandazos. 

La película quiere contar X cosas, y las quiere contar a todo precio. Ese me parece el mayor problema de esta producción. Adaptación de un manga, entiendo que los personajes secundarios y sus conflictos están mejor desarrollados en el original... pero aquí no termino de entender al grupo de amigos, que tan pronto ignoran al protagonista como quieren ser sus amigos. Entiendo que son adolescentes y entiendo que esta es una película sobre la comunicación en la que muchas veces sus personajes no saben que decir o como hacerlo, pero muchos personajes tienen comportamientos contradictorios o extraños por momentos, minimizando o magnificando ocasionalmente algunos conflictos sin que como espectador yo entienda muy bien el porque de estos cambios. La película tiene un argumento muy potente que ya daría para una gran trama dramática, sin embargo peca de "japonesa" y mete más dramas aún, haciendo los conflictos demasiado intensos. Es película demasiado "anime", y no en el mejor sentido de la palabra.
La película tiene una buena historia, y también tiene alguna que otra metáfora visual interesante (el recurso de los rostros tapados es muy bueno, pero -aunque sé que esta es una producción anterior- cada vez que lo veía no podía evitar pensar en esa genialidad superlativa de episodio de Bojack Horseman sobre su madre en el que usaban un recurso similar), pero peca de exagerar el drama... y luego incluso tiene algún que otro defecto que a todos los que llevamos mucho tiempo en el anime nos cantan ya mucho en las producciones de Kyoani como esas "imoutos robaescenas", ese "amigo sobreprotector del prota", esa necesidad imperiosa de yukatas o "meidos". Mientras la veía constantemente pensaba que le iba a poner un 9 en Myanimelist... y entonces llegaba una escena forzada o extraña que me sacaba por completo de ella; al final, a título informativo, le he puesto un 7.
Es una buena película, pero es una película de ese anime de otakus de nicho que tanto desprecia Miyazaki. Me ha quedado una crítica muy negativa y la película no está, ni mucho menos mal, pero no es una película para todo el público generalista, es una película para los seguidores de Kyoani.

sábado, marzo 17, 2018

Tiempos interesantes

San Guo

China, finales del siglo II de nuestra era. El Emperador es un petimetre en manos de un malvado canciller odiado por todo un imperio al que está llevando al desastre y comienzan a rugir vientos de rebelión bajo los cuales muchos nobles y soldados conspiran para hacerse con el poder. El brillante pero cruel Cao Cao gana poder mientras el noble Liu Bei solo pretende apoyar al Emperador. El clan Sun asciende en el sur mientras en el el norte Yuan Shao aumenta sus dominios. Ni siquiera a lomos del veloz Liebre Roja el poderoso Lü Bu puede hacer frente a todos los enemigos del Imperio. Son tiempos de héroes...

El romance de los tres reinos es una historia extremadamente popular e influyente en todas las culturas asiáticas, y tenía muchas ganas de conocerla al fin aunque sólo fuera para saber quién demonios eran esos tales Kan-u Unchou y Liu Bei que aparecen en tantos mangas y animes y tienen un estatus de misticismo casi par al del mismísimo Oda Nobunaga. Esta serie china del 2010 tenía críticas excelentes y tenía también fama de ser una excelente puerta de entrada a este mundillo, y lo cierto es que una vez vista no puedo hacer otra cosa que rendirme a sus pies. 
La serie no es -ni pretende serlo- realista. La novela original se basa en relatos oficiales del convulso periodo de los Tres Reinos, más o menos todo un siglo en el que la antigua China se vio inmersa continuas guerras entre los diversos señores feudales. Muchos de los protagonistas de esta historia existieron y hay pruebas arqueológicas de muchos de aquellos acontecimientos... pero el romance es una novelización que añade elementos de intrigas, traiciones, aventuras, drama, romance e incluso magia. No puede tomarse esta historia como una interpretación literal de la historia, y esta es además una adaptación relativamente libre que fusiona personajes y omite unas partes de la historia en favor de otras (algo normal si tenemos en cuenta que la novela original tiene más de 1000 personajes distribuidos a lo largo de varias generaciones). Esta adaptación simplifica algo la historia y los árboles genealógicos en pos de conseguir un producto más accesible, y lo consigue. Esta serie, si bien hay que entenderla bajo los conceptos de honor y filosofía orientales (muchas de las acciones de los personajes son sencillamente inconcebibles, ridículas o abominables para una mentalidad moderna), y en cierta manera si bien la serie no puede considerarse un tratado histórico si puede verse como un retrato de la sociedad de aquella época. Pero, sobre todo, por muy forzadas o exageradas que nos parezcan algunas acciones, la serie es sumamente entretenida. Todo es tan exagerado y tan extremo, hay tanta nobleza y tanto honor en sus personajes que la serie destila carisma por todos sus costados. Algunos secundarios son más flojos y algunos eventos son ridículos, pero al ver la serie uno sabe que cada acontecimiento es en verdad una parte muy pequeña de un tapiz muy entretenido y honorable que vamos descubriendo poco a poco. La mayoría de los eventos de esta historia son versiones románticas de sucesos reales, y hay grandes batallas y grandes personajes muy bien retratados, y otros que están puestos para salir del paso porque son necesarios para otros. 
Aunque ocasionalmente se detiene durante un par de episodios en algún momento concreto importante, el ritmo de la serie es muy elevado y aún en base a una dirección bastante clásica que se basa en largas secuencias de varios minutos, en cada uno de sus 95 episodios de 40 minutos es mucho lo que pasa. La serie se centra principalmente en los 30 o 40 años sobre los que se constituyeron los tres reinos, repartiendo tiempo y líneas de guión entre sus principales actores. Quizás la trama de Wu sea algo menor en comparación con las de Wei y Shu, donde la serie encuentra sus dos principales protagonistas en Cao Cao y Liu Bei, pero en general la historia global se desarrolla muy bien a través de sus diversas ramificaciones. El guión es bastante sólido, siendo muchas veces más expositivo que narrativo merced a la gran cantidad de acontecimientos que se suceden y que ante la ausencia de un narrador toda la información de hechos y acontecimientos ha de ser verbalizada (si que existe un narrador, pero este apenas aparece para despedir a algún gran personaje o hacer una gran aportación omnisciente al espectador). 
El tono de la historia es hiperbólico y todo es muy grandilocuente, sin embargo la narración es seria y en ningún momento la serie deja de mostrarse respetuosa o creyente con la historia que esta narrando. La suya es una de las historias sobre las que se asienta la cultura china, y como tal trata de ofrecer una visión seria y relativamente realista, y ello se traduce en unos actores que en el peor de los casos están correctos y en algunos otros devoran la pantalla en cada una de sus intervenciones (Cao Cao o Shima Yi sencillamente son memorables).
Siendo, en el momento de su producción, la serie china más cara de la historia, "San Guo" es visualmente bastante resultona, principalmente porque sólo recurre al ordenador cuando le queda otra y prefiere que todo lo que se muestre en pantalla este construido realmente. Naturalmente, la serie no puede compararse a las producciones de Hollywood que cuentan con muchísimos más medios, sus animaciones por ordenador son muy mejorables y quizás falten más "multitudes", pero el diseño de producción de la serie es imponente y vemos inmensos y tangibles palacios repletos de soldados. A nivel de escenarios y de atrezzo la serie es un deleite para los ojos que recrea con gran realismo las condiciones de la época y los vestuarios y estancias de sus habitantes. 
En las batallas pueden ponerse pegas, vemos algunos trucos de cámara y algunos movimientos con cables demasiado cantosos (esos planos medios del protagonista en los que pasa un arma ante él como si la estuviera esquivando), pero dentro del espíritu "heróico" de la serie ese estilo de cine de acción asiático queda hasta simpático, y si uno es cómplice con las locuras propuestas y la resolución algo cutre de muchos movimientos se transforma en una serie muy disfrutable con un gran trabajo de dobles y algunas escenas de acción bastante originales y espectaculares.
La banda sonora es bastante grandilocuente con muchas fanfarrias de corte militar y melodías épicas, y aunque ocasionalmente regala algún tema distinto o alguna gran versión de uno ya existente, hay que decir que es bastante repetitiva y que se agradecerían variaciones sobre ella ya que su montaje o integración con la serie es demasiado rutinario (ocasionalmente recurre a poemas, pero desgraciadamente este recurso que tan bien les funciona no es muy habitual).
Es una serie larga. no es una serie para todos los públicos por la mentalidad tan retrograda y exagerada de la que hacen gala sus personajes. Es una serie que además no se ha publicado en España y que en el mejor de los casos puede encontrarse en mandarín con subtítulos en inglés. Sobra decir que no es una serie serie recomendable para el gran público, pero si que creo que es recomendable para cualquier lector de este blog. Particularmente la he disfrutado como un enano, me he reído con sus anacronismos más bestias, he vibrado con algunas de sus batallas y -¿por que no admitirlo?- incluso he llorado un poco con la muerte de algunos de sus personajes. Absolutamente recomendable.

miércoles, marzo 14, 2018

OPDM - 027 - Temporada de anime de Invierno de 2008

La grandiosa temporada de anime de invierno de 2008 nos permite, al fin, tras casi 30 intentos, bajar de las dos horas de programa.
Pero no contentos con hablar de animes tan míticos como la adaptación de "Rosario to Vampire", comentamos también el juego que hará que todos nos compremos una switch: RiME, y también el manga clásico Soukyuu no Ariadne. 



Los tiempos del programa son los siguientes:

00:01 - Temporada anime invierno 2008

Minami-ke Okawari 
Rosario to Vampire 
Persona: Trinity Soul 
Major S4 
Zoku Sayonara Zetsubou Sensei 
Kimi ga Aruji de Shitsuji ga Ore de 
Shigofumi 
True Tears 
Aria The Origination 
Ookami to Koushinryou 
Gunslinger Girl: Il Teatrino 
Mnemosyne: Mnemosyne no Musume-tachi 
Kara no Kyoukai 3: Tsuukaku Zanryuu 

00:45 - Bestiario: Yato (Gintama)
00:51 - Atlas: Yharnam (Bloodborne)
01:03 - Soukyuu no Ariadne
01:12 - RiME

Como siempre, gracias a aquellos que nos escuchais, dais likes o retwitteais. Esperamos vuestros comentarios, ya sea en Ivoox o aquí para intercambiar impresiones sobre la temática del podcast o de este programa en concreto.

domingo, marzo 11, 2018

La red es basta e infinita... pero también un pañuelo

Net-juu no Susume

Net-juu no susume tiene como protagonista a Morioka Moriko, una mujer de 30 años que -tras los que intuímos que son algunas experiencias traumáticas en su vida real- se recluye en su casa y se dedica a vivir de sus ahorros mientras pasa los días jugando a juegos de rol online. En la basta red encuentra amigos en forma de gremio, amigos con los que habla tranquilamente y con cuya compañía disfruta... sin embargo en una de sus ocasionales excursiones al exterior acaba tropezando con un hombre que, casualidades de la vida, es el jugador del personaje femenino con el que esta relativamente emparejado el avatar masculino de la entrañable protagonista. A partir de ahí... comedia romántica de 1º de carrera. 

No creo que pueda recomendar especialmente esta serie. Es bonita y se ve con una sonrisa en la boca, pero es un producto tan blando como irrelevante. Es una serie de apenas 10 episodios en la que no hay conflicto ni drama, los dos personajes protagonistas y sus alter egos digitales son presentados en el primer momento, y desde entonces la química es brutal entre ambos... y para colmo cualquier secundario virtual o real casi parece estar empeñado en unirlos. Es una pareja tan perfecta como entrañable, así que el espectador rapidamente simpatiza con ellos. El problema es que es todo demasiado perfecto, no hay conflicto ni hay drama, ni siquiera se usa a los secundarios para plantear un poco de conflicto o para explorar otro tipo de personalidades. Se intuye un importante trastorno de ansiedad en la prota o un trauma importante, pero este apenas se menciona. La serie ni se plantea profundizar en tramas que serían bastante potentes. Además, tanto la prota femenina como el masculino son todavía más guapos en la vida real que en la virtual, la serie tampoco busca ningún choque extraño o sugerente ese sentido.

La animación es muy sencilla y básica, con unos diseños muy genéricos y accesibles, y el mundo virtual es sencillo y ligero, con muchos elementos cómicos y superdeformed que hacen que la serie tampoco requiera ser especialmente espectacular. El trabajo de los seiyuus es más que correcto y la serie cuenta con unos bonitos opening y endings. Tecnicamente la serie no presenta grandes alardes pero cumple, y su dirección y ritmo se adaptan bien a una historia sencilla que siempre vemos avanzar.
Es una comedia sencilla y ligera. Los dos protagonistas caen muy bien y pronto uno quiere que acaben juntos, con lo que en verdad el hecho de que la serie se limite a avanzar en esa dirección sin que nada la obstaculice tampoco es un gran problema... pero es en parte una pena, la serie -y algunos de sus personajes- darían para un producto más interesante si la trama fuera más valiente pues ahora mismo una serie basada en la vida real de unos jugadores de rol online me parece más interesante que una más de ese tan trillado género que es la vida virtual ya, sin embargo "Net-juu no susume" no es esa serie, es una comedia romántica más del montón. Es bonita y recomendable si uno está cansado o agobiado y quiere relajarse 20 minutos viendo una serie que cree en las casualidades y el algodón de azucar, pero por muy simpática que me parezca la serie creo que no hay otra forma que definirla que la de mediocre o normalita en el mejor de los casos.

jueves, marzo 08, 2018

Dickens ya definió a los abogados a la perfección

Ace Attorney: Spirit of Justice

Tras el pequeño varapalo que fué la cuarta entrega (ver reseña), la franquicia de Phoenix Wright consiguió remontar el vuelo con una vuelta a los clásicos en su quinta entrega (ver reseña). En esta sexta entrega, con la franquicia ya muy asentada, encuentro el problema de que creo que Capcom no sabe muy bien que hacer con ella. La cuarta entrega era muy innovadora, la quinta vivia de lo contrario, y ambas funcionaban. Con esta sexta entrega se continua con el estilo clásico salpicándolo de pequeñas novedades; el problema es que el juego se queda en una extraña tierra de nadie.
Argumentalmente el juego es una locura como lo son todos los Phoenix Wright, donde vemos sistemas de justicia dignos de las distopías mas enrevesadas. En este caso Phoenix llega a un país donde Maya esta terminando su formación de medium... naturalmente sucede un crimen y nuestro abogado pelopincho tendra que defender a un testigo frente al bueno de Payne como en cualquier buen juego de la franquicia. Descubrimos aquí que en este país practicamente se han abolido los abogados y que estos comparten la sentencia del acusado caso de ser este encontrado culpable (normalmente la penal capital), y que además usan mediums para ver los últimos instantes de vida de la víctima y usarlos como prueba incriminatoria. Aquí vemos ya esas visiones -en las cuales hemos de encontrar contradicciones- que componen la gran novedad de este juego y su aportación a la franquicia. 
El problema es que este caso, el clásico caso tutorial de la saga, se extiende a lo largo de unas 4 horas. Es ya muy indicativo de lo que es este juego. Un juego con buenas ideas y buenos momentos, pero sobre todo un juego tremendamente alargado.
En el juego tenemos a Apollo y su brazalete en dos casos, y también tenemos a Athena y su psicología en otros dos casos, Phoenix tiene sus psicocandados e incluso el retorno de Ema Skye nos trae los minijuegos forenses. Sin embargo, todo esto, que son buenas ideas y dan variedad al juego, tiene el gran problema de ser abarcado de una forma muy superficial. Apenas hay 2 o 3 de cada uno de estos minijuegos, y todos ellos son tremendamente sencillos para lo que es habitual en la saga (hasta el punto de que muchos de ellos ni siquiera conllevan penalizaciones y pueden superarse por el método de prueba y error facilmente al no haber demasiadas posibilidades).
Esta facilidad y sencillez se extienden a las secciones de investigación, muy sencillas y extremadamente lineales. No hay apenas desafío en ellas y nos limitamos a ir de un lado a otro, pinchando en todos los lugares llamativos del escenario y hablando con los personajes (esta es la jugabilidad clásica de la franquicia, pero en esta ocasión es muy lineal y carente de variaciones, las ayudas son constantes no ya directamente si no incluso indirectamente pues el juego nos indica tanto en que dirección avanzar que es casi antinatural no hacerlo). Todo esto hace que las investigaciones, donde tampoco vemos grandes giros argumentales, se limiten a una mala novela visual con muchos diálogos intrascendentes y un sentido del humor que no siempre funciona.
En los juicios encontramos nuevamente el problema del alargamiento artificial del juego, con interrogatorios en ocasiones demasiado forzados y continuos cambios de testimonios. La dificultad tampoco ayuda, ya que en estos casos es demasiado... irregular. Sigue estando presente ese defecto de la franquicia tan conocido en el cual, a la hora de desbaratar una contradicción puede que fallemos por no presentar la prueba adecuada en el momento adecuado; el juego nos penaliza si avanzamos por delante de él, aunque al menos en esta ocasión creo que ya no nos obliga tanto a protestar sobre una frase aunque la contradicción se encuentre en otra. La dificultad es extraña, ya que se dispara exponencialmente en las visiones, donde hemos de cuadrar un segmento concreto de una secuencia de vídeo con una frase de la interpretación y las sensaciones que en ese momento se nos muestran o se nos ocultan... es algo extraño y no siempre natural.
Los casos no están mal. Prólogo aparte, tenemos un buen segundo caso y un espectacular tercer caso, el cuarto caso es relleno 100% pero es simpático, y el quinto caso es glorioso en su segunda mitad... pero terriblemente tedioso en su primera parte. El juego recupera a Apollo como protagonista principal y, después de convertirlo casi en el antagonista de la entrega anterior, le da un gran peso y le permite crecer como personaje. El final del último caso es realmente bueno, y supone para este abogado algo parecido a lo que fue "Trials and tribulations" para el propio Phoenix. A Apollo le sumamos un siempre efectivo Phoenix y una encantadora -aunque infrautilizada- Athena; Maya vuelve, aunque su rol es muy pequeño... como casi anecdótico es el papel de Edgeworth, mejores en este sentido son las apariciones de Ema y Simon. La serie tiene ya muchos personajes y quizás se empeña en mostrar más de los que puede, más cuando ha de presentar nuevos personajes... y con Rayfa la serie consigue una entrañable tsundere... pero Nahyuta es un fiscal extremadamente soso y aburrido.
Es un juego con unos buenos casos, pero tristemente he de decir que no me parece especialmente recomendable. Por ciertos momentos emotivos puede ser recomendable para los veteranos de la saga, pero creo que también estos serán los que más noten que la duración de 35-40 horas del juego es claramente artificial y se consigue a base de minar el ritmo de la aventura; y desde luego para un profano en la franquicia hay mejores juegos con los que adentrarse en ella.

lunes, marzo 05, 2018

El reino de los plebeyos

Chihayafuru 194

Este no es el final real de Chihayafuru, pero si es su final emotivo. Restará el enfrentamiento de Chihaya con Shinobu y el de Arata con Suou (eso lo doy por descontado), y habrá algún desenlace para el triángulo amoroso... pero el duelo entre Taichi y Arata es el que veremos ahora.
El mundo de Chihayafuru es pequeño, es muy cruel con los personajes que algo que les apasiona tanto sea tan poco conocido o tenga tan poca relevancia, pero narrativamente es una bendición para el manga. Shinobu y Suou están por encima de todos, viven en la soledad de la cima... pero en la base de esas montañas todos se conocen, todos los que aspiran a luchar contra ellos forman un mundo tan pequeño como competitivo. Y todos los personajes del manga están en este capítulo, y aunque evidentemente a Momo-san y a muchos más el conflicto del trío principal ni les va ni les viene, Suetsugu si que logra transmitir que muchos de los presentes se dan cuenta de que están ante algo más que un combate de este contra oeste. Todos los secundarios de la serie están ahí, sea por Chihaya, sea por Arata, sea por Taichi o sea -en muchos casos- por los tres, y todos se dan cuenta de lo importante que es este momento para los tres.
La autora de este manga ha creado a la perfección este momento. Los fans del abuelo de Arata podían esperarlo el año anterior, pero Harada era mucho Harada... ahora el rival es otro joven. Es el momento del cambio de generación, de que llegue el rival destinado que el karuta más tradicional ha preparado para librarse de ese indigno Meijin que ocupa el trono. Y entre las féminas Chihaya puede no tener nombre, pero es un rostro conocido para muchos y como discípula de Harada es respetada, y por supuesto Inokuma y Sakurazawa la conocen muy bien y saben el monstruo que alberga en su interior. Taichi podría ser el punto flojo de este triángulo, pero ha conseguido victorias aplastantes y es el discípulo del Meijin... y el mundo del karuta es tan pequeño que uno se cree que puedan aparecer estos "underdogs" que salen de la nada y con dos victorias se plantan en una final cuando grandes campeones por una razón o por otra quizás tengan mucha peor suerte (hace unos pocos capítulos lo vimos con Tamaru). El mundo del karuta es un pañuelo, un pañuelo tremendamente competitivo, pero un pañuelo al fin y al cabo.
Y Suetsugu está narrando a la perfección esta atmósfera. A las miradas expectantes de todos los secundarios, con la presencia incluida del Meijin, se suma el recordatorio obvio pero no por ello menos emotivo de la habitación y los tres niños, con Chihaya recordando además los momentos en los que sus dos amigos renunciaban al karuta. Arata y Taichi nunca se han llevado especialmente bien, y además obviamente hay un conflicto por un interés romántico... sin embargo incluso en este capítulo esa aparente enemistad ha desaparecido y antes del enfrentamiento ambos se han retrotraido con Chihaya a esa habitación, a ese momento de su infancia en el que fueron genuinamente felices y que deseaban rememorar más que nada en el mundo. Taichi después ha demostrado a Arata que esta no va a ser la victoria fácil que este podía imaginar, que todos han crecido y que tendrá que luchar. No importa, por unos instantes para ninguno de ellos tres han existido Suou ni Shinobu, e incluso han desaparecido 10 años de su vida y un triángulo amoroso. Por unos instantes han vuelto a ser niños. 
Este no es el final de Chihayafuru, pero creo que sin duda va a ser el momento más feliz que compartan los tres personajes y en cierta manera el final de su viaje, el regreso a esa habitación en la que los tres jugaron una vez a las cartas. Todo lo que venga después, será ya otro viaje. Parrafraseando a Churchill, no estamos viendo el principio del final, si no el final del principio.

Luego Suetsugu ya directamente se regodea en su magnificencia y se permite detallitos como mostrar las formaciones de las cartas para mostrarnos que estamos ante algo muy serio y grande, e incluso en el siguiente capítulo (195) vemos algo tan natural como inusual en el manga como es el hecho de que la protagonista pase a un segundo plano y sencillamente sea tan buena que intimide al rival... acostumbrados a otros mangas deportivos donde cada enfrentamiento del protagonista siempre parezca que tenga que ser más emotivo y más intenso -y más largo en páginas- que otros anteriores, esto es algo que se agradece. Porque le costará, porque su rival será fuerte, pero Chihaya ganará; eso es algo algo que todos sabemos, y por eso no tiene sentido darle falsa emoción a este enfrentamiento, más cuando al lado tendremos uno de los clímax emotivos de la serie.

Queda poco para que este maravilloso manga acabe, disfrutemos.

sábado, marzo 03, 2018

Los errores de Oda

One Piece 896 - Un último deseo

Oda lo ha camuflado. Lo ha justificado muy bien y creo que las formas llegan a eclipsar por momentos el contenido... pero Luffy no debería haber ganado a Katakuri. Sí, podríamos decir que ha sido una victoria pírrica si este término no se usara incorrectamente (Pirro de Epiro ciertamente ganó aquella batalla a Roma, pero el coste fue enorme... no es el caso), podríamos decir que este error no llega al panteón de cagadas de One Piece que siempre dominará Pell... pero creo que es un error que Luffy haya ganado esta batalla.
One Piece es un shonnen, supongo que no podemos olvidarlo. En un shonnen Kenshiro se hace más fuerte porque si, Gokuh gana a cada adversario que es exponencialmente más fuerte que el anterior e incluso Gon gana a Pitou. 
Oda lo ha explicado. Uno se hace más fuerte combatiendo con enemigos fuertes, es la lógica de los shonnen, y es la lógica de One Piece. Lo hemos visto muchas veces en la serie, donde Luffy se hacía más fuerte en cada saga, y donde con Zoro quizás lo veíamos de una forma aún más clara. Y verdaderamente, tras el salto temporal, ha sido en esta saga donde Luffy ha encontrado enemigos de verdad. Hodi Jones y Caesar Clown fueron claramente nada para él, e incluso podía limpiar el suelo con Doffy una vez activaba la cuarta marcha (no hablaremos de Doflamingo ahora porque aquella saga tenía sus propios errores). Sin embargo la victoria contra Cracker -del que ya se dijo que era más fuerte y rápido que Doflamingo- ya fue agónica y casi casual merced a la ayuda de Nami. Que ahora Luffy pueda derrotar al segundo de Big Mom sin ayuda es excesivo. Sí, medio día de enfrentamiento contra Cracker y otro medio día contra Katakuri sin duda habrán potenciado a Luffy y habrán hecho que en el futuro la marcha cuarta pase a ser un estado tan natural como lo era la marcha segunda tras Enies Lobby (aunque al final del combate vuelve a quedar debilitado durante 10 minutos). Katakuri se ha mostrado como un rival tan honorable que hasta podemos decir que gran parte de la derrota se debe a la herida que se autoinfligió (aunque este honor chocaría algo con la frialdad y meticulosidad que vimos del personaje antes de entrar en el mundo espejo). Y ha sido una victoria muy justa, Luffy ha ganado pero hemos visto un par de momentos en los que estaba completamente a merced de quen Katakuri que siempre caía el último tras decir una gran frase... porque mola y lo sabe. 
Kaidoh caerá en Wano, y Oda necesita que Luffy llegue fuerte... y el manga tiene que acabar algún día, seamos francos. Pero que Doflamingo temiera a los monstruos de los Emperadores, y que 100 capítulos después uno haya caído a manos de Luffy con aparente menos esfuerzo que él se hace raro. Y digo aparente menos esfuerzo porque da la sensación de haber sido una batalla de menor escala, más pequeña, con menos destrucción, donde la fruta revelada de Katakuri apenas parece haber sido relevante. Y puede que Oda haya centrado el combate en un intercambio "hardboiled manly" para potenciar el haki de observación y hacer que la segunda marcha sea más versátil merced a la adivinación de movimientos... pero también durante ese enfrentamiento Luffy ha recibido una media de tropocientos golpes en cada capítulo, y quitando los últimos capítulos apenas conectaba los suyos. Y puede que Luffy haya reconocido ese equilibrio y a su enemigo con esa grandísima escena en la que colocaba el sombrero sobre su mandíbula.
Pero con Big Mom y su pastel como auténtico elemento determinante de la saga, habría sido bonito que Oda rodeara esa normal del shonnen de enfrentar al protagonista con un gran rival de alguna forma. A fin de cuentas, este combate en verdad no es importante. Sólo importa el pastel que porta ese Capone que suelta grandes líneas sin que estas peguen con su personalidad, pero eso es algo de lo que prefiero no hablar... como ese Pekoms que aparece casi de la nada para salvar el día o esa horda de megamasillas que protegen el espejo con Oven -creo que ya confirmado como el personaje más extrañamente idiota de la saga- a la cabeza.
Ahora queda ver como la banda salva el día, pues aún con el hipotético perdón de Big Mom por el pastel, no deja de ser un escenario muy complicado con tantos hijos... aunque es de suponer también alguna especie de sacrificio o acción por parte de Pudding ya que el título del capítulo no deja de hacer referencia a ella.

jueves, marzo 01, 2018

Más allá de Gantz

Inuyashiki

No soy muy fan de Hiroya Oku. Me parece un autor con algunas ideas muy buenas, pero me parece también bastante pretencioso. En Gantz (ver reseña) ya intentaba tratar el sentido y la sensación de la vida, así como las responsabilidades del individuo para el con el colectivo y la alienación de la sociedad moderna. Sin embargo, en aquella obra al final todas estas premisas tan interesantes se afrontaban de una forma muy superficial y servían como mero vehículo para un fanservice continuo y un caos narrativo. Inuyashiki sería la evolución de esa narrativa, y si bien esta lejos de ser perfecta y cae en algunos de los vicios del autor, es una clara mejora con respecto a la obra de la gran bola negra.

En Inuyashiki tenemos a un anciano padre de familia prácticamente ignorado y menospreciado por el mundo. Un día le diagnostican un grave cáncer que acabará con él en unos pocos meses, llorando porque esta convencido de que su familia no lo lamentará, acabará en un pequeño parque... donde un OVNI le aplastará. Los marcianillos estaban de maniobras o algo así y no querían matarle ni a él ni al joven que estaba cerca, así que les reconstruirán como cyborgs de combate extremo y se irán tan contentos. El argumento es desde luego surreal, pero sirve como un fenomenal punto de partida para que dos personajes completamente opuestos exploren lo que es estar vivos de formas radicalmente distintas. 

Es una serie muy impactante en sus primeros episodios, sin embargo a pesar de ser corta -apenas 10 episodios- se hace larga y algunos de sus últimos episodios se hacen reiterativos, como un repetitivo ejercicio de sadismo en el que el autor sólo quiere explorar formas de dar rienda suelta a su cinismo. La obra adapta un manga de 10 tomos, pero el estilo de Hiroya Oku ya es muy visual y descriptivo, con muchas viñetas inmensas y primeros planos enormes que consumen los capítulos con una velocidad pasmosa. El estilo narrativo del mangaka se nota claramente traspasado al anime, y eso en los grandes clímax juega en su contra por el mal tempo narrativo del que a veces hace gala este autor.
Visualmente es terriblemente irregular. La serie parece tener un gran acabado inicialmente, con mucho ordenador y un 3D que encaja bastante bien con el diseño tan bidimensional y ya de por si digital del autor, pero las espectaculares secuencias de acción iniciales van perdiendo fuerza conforme pasan los episodios, y en los últimos capítulos -cuando la escala ha aumentado mucho- encontramos una animación bastante más pobre, amparada en la velocidad para restar definición a los hechos. MAPPA es un estudio bastante potente en lo referente a animación, así que esta caída de calidad se hace extraña, más cuando hablamos de una serie tan corta; sólo puedo pensar en algún problema de tiempos o presupuestos que supongo que se verá solucionado con la edición en formatos domésticos. A nivel sonoro hay un buen trabajo de actores, y tenemos unos temas de inicio y de final francamente potentes.
Creo que la serie se desinfla en su segunda mitad y que no llega a estar a la altura de las expectativas que sus primeros episodios generan; no obstante es una serie sumamente recomendable y disfrutable que presenta ideas bastante potentes y sugerentes.