martes, septiembre 29, 2015

Actioni contrariam semper & æqualem esse (tentacŭlum) reactionem


Creo que es obvio que la tercera ley de Newton también puede aplicarse en el campo de la sociología. Naturalmente no puede predecirse la respuesta psicológica de una persona con exactitud, ni tampoco la de una masa, pero si creo que puede considerarse bajo las leyes de la estadística, no sería otra cosa que una de las leyes principales de la psicohistoria que Asimov en su día inventó para sus historias de ficción. La sociedad se puede regir por normas que se autoimponga, pero cuando estas leyes no se corresponden con el pensamiento de la mayoría o resultan demasiado opresivas aparecen disidencias. La historia nos lo enseña. No hay Imperio que no se haya desmoronado, ya sea por acción de otros más vigorosos o por simple desgaste de la sociedad. Y es en esos días de su crepúsculo cuando las clases en el poder más se aferran al poder, y cuanto más se aferran a este más lo usan a su favor contra sus enemigos, es entonces cuanto mayor es la opresión a la que someten a sus adversarios, y paradojicamente es esta misma opresión la que acelera su caída. Francia y Rusia serían los ejemplos más claros, con grandes revoluciones sangrientas que pusieron fin a regímenes tan terribles como el de los Borbones o el de los Romanov, y estos años no hemos dejado de ver "primaveras". 
Sin embargo, estas revoluciones no sólo se dan a un nivel tan grande. Suceden también a nivel económico, cuando las cadenas que se pusieron al capitalismo tras el Jueves Negro fueron rotas al grito de "la avaricia es buena", sucedió también con el pensamiento con cosas como el Mayo del 68, y en las artes el rock mismo no deja de ser una forma de rebelión contra una sociedad demasiado hipócrita.
Quisiera pensar que un pensamiento tan orwelliano es el que rige:

Shimoneta to iu gainen ga sonzai shinai taikutsu na sekai

Pero va a ser que no. Podría ser una serie sana, una serie inteligente y en cierto modo necesaria... pero es una basura.
La idea de Shimoneta no es mala. El mundo del manga-anime siempre ha tratado temas adultos, y ello ha llevado a Japón a tener unas leyes de censura bastante fuertes, pero los mangakas en lugar de frenar las han rodeado con cosas con tanto gusto como los tentáculos. El problema es que el sector se ha masificado y banalizado desde hace unos años, adquiriendo la palabra otaku unas connotaciones negativas terribles, y hemos visto series horribles, insultantes, que bien que justificaban esa censura... pero también hemos visto algunos ejemplos de censura francamente ridículos. Y cuanto más alto es el muro, más querrá la gente escalarlo. En este sentido la idea de Shimoneta podría funcionar como parodia del género; una sociedad tan excesivamente puritana que es idiota y donde la protagonista es una extraña idealista que adora las bromas sucias. Es casi la respuesta lógica de este mercado a las leyes que intentan regularlo.
El problema es que la serie... es mala. Tiene una buena animación, tiene unos diseños coloridos, y sabe usar toda la potencia visual del anime para dar lugar a mil y un metáforas. Pero es aburrida. Tiene un par de buenos gags, y el personaje de Anna es francamente memorable cuando entra en modo yandere, pero el resto es todo muy flojito.
La idea de la serie no es mala con esos terroristas cutres con toques de sentai, todo muy exagerado con una sociedad tan reprimida y controlada que no sabe en verdad lo que es la obscenidad... pero no entretiene. La protagonista se hace demasiado repetitiva soltando siempre burradas censuradas, puede tener su gracia la primera vez pero pasados unos minutos sencillamente satura, y el resto de los secundarios directamente no llegan a tener nada parecido a carisma.
La idea de la serie es potente, las situaciones que plantea y algunos escenarios son tan surreales que deberían funcionar, el doble sentido de muchas imágenes está conseguido. Pero la serie... me aburre. 
Una pena, es una serie que bien hecha podría tener mucho potencial. Quizás con un poco de contención todo habría funcionado mejor, pero la serie es tan exagerada desde el primer momento que satura. No se si será cuestión del material original o de la adaptación, pero peca de muchos de los defectos de las operas primas.

domingo, septiembre 27, 2015

Camino a la V Golden Tower Week

El aniversario del blog se acerca, y con él llegará la quinta Semana las Torres Doradas, un resumen en clave de humor de lo más destacado dentro de lo que he reseñado a lo largo del último año. Naturalmente todo es completamente subjetivo, pero entre los premios se encuentra también el tradicional premio especial del público, galardón que se concede en base a los resultados de una encuesta.

Seleccionó aquí no las reseñas que más largas o con más comentarios o relevancia, si no aquellas que se salen un poco de la tónica del blog y me gustó en su día como quedaron por una razón u otra. Naturalmente, la elección por parte de cada votante es libre.


Así pues, paso ya a presentar las candidatas de este año:

Berserk 338 (27 de Julio de 2015) (ver reseña)
Todo un homenaje a Kentaro Miura

Duelo de Godzillas, Pacific Rim y Plan 9 (8 de Diciembre de 2014) (ver reseña)
Tenía un par de películas pendientes que ver y, con la excusa me vi un par de "clásicos" relacionados. Me gusta la idea de los duelos y el resultado del enfrentamiento de Godzilla contra extraterrestres me pareció curioso.

Shirobako (1 de Abril de 2015) (ver reseña)
Representando a las cuatro reseñas largas que he publicado este año, Shirobako. Uno de los mejores y más sorprendentes animes de los últimos años propicio que rompiera la regla no escrita de no reseñar nada más de una vez, aunque fuera con trampas.

Sidonia no Kishi: Dai-kyuu Wakusei Seneki (9 de Septiembre de 2015) (ver reseña)
Con la colaboración de los autores de To-love-ru y Ataque a los titanes, y estrenando puntuaciones basadas en Tom Hanks digitales.

Gundam Build Figthers try (24 de Mayo de 2015) (ver reseña)
Aunque cutre, hize un gif para la reseña... y creo que recoge bastante bien la esencia del grandísimo error en forma de 25 episodios que es esta serie.

Sword Art Online II (22 de Diciembre de 2014) (ver reseña)
Por mucho que me gusten las reseñas destructivas y las de formato entrevista... lo serio es que no tengo excusa para haber visto esta segunda temporada, ni Shinon, ni Asuna... ni Kirito.

Chihayafuru 150 (5 de Agosto de 2015) (ver reseña)
A veces faltan las palabras para describir esta serie.

One Piece 784 - Cuarta Marcha (26 de Abril de 2015) (ver reseña)
Creo que los seguidores del blog ya no están tan focalizados en One Piece como al principio, y la propia saga ha sido algo agridulce, así que me arriesgaré a volver a poner una entrada en esta encuesta. La chorrada de los anexos me encantó.

Minamoto-kun no Monogatari 168 (22 de Junio de 2015) (ver reseña)
La reseña inicial defendiéndola me gusta, y luego también esta la de Genji... pero en esta reseña reflexionó sobre el capítulo en comparación a la novela original. Nivel friki over 9000.

Fate Stay Night (23 de Abril de 2015) (ver reseña)
Una reseña de una novela visual para el día del libro. Con resultados de encuesta, opiniones sobre rutas y personajes. Se salió bastante de lo que suelen ser mis reseñas de videojuegos.

Fate Stay Night: Unlimited Blade Works (22 de Julio de 2015) (ver reseñas)
Repite Fate Stay y repite la idea de los duelos, esta vez hasta con videos heavys insertados. Y, por supuesto, el anime de Tsukihime si que existe.


viernes, septiembre 25, 2015

Los aciertos del pasado y los problemas del futuro

One Piece 801 - Proclamación de una nueva era

El capítulo de esta semana es una pequeña gozada fanservicera de principio a fin. Tenemos el retorno del CP9 ahora como CP0. Tenemos una recreación de la presentación de Dressrosa sustituyendo a los juguetes por hadas. Tenemos una nueva mención a esa Reverie que se acerca. Tenemos una estatua de Lucy como heredero de Kyros y otra de Usopp como sucesor de Noland. Tenemos el retorno de la cabra de Sengoku, ahora con unas posibilidades muy altas de tener una fruta gorila-gorila. Tenemos a Tsuru frente a Doflamingo. Tenemos a un tal Greg de Arlong Park que al parecer conoce a Oda y le regaló los dvds de Juego de Tronos. Tenemos siluetas de un nuevo shichibukai, de un almirante y de un lugarteniente de Dragon que podrá o no ser Terry. Tenemos a Jack haciendo su aparición 100 capítulos después de ser mencionado y tenemos la revelación de que pertenece a la banda de Kaidoh. Ya no tenemos a Bellamy, pero su despedida a sido tan "tsunderesca" que podemos considerarlo aliado o, mejor, amigo. Tenemos el barco de Bartolomeo con su tripulación. Tenemos nuevas recompensas con nuevas fotos y gags para todos los miembros de la banda. Y tenemos la incógnita de la recompensa de Sanji como cliffhanger final.

Una gozada de capítulo de principio a fin.


Ahora bien, ¿Cómo continuará?

En este capítulo se muestran muchas de las virtudes de Oda. Vemos que no mata enemigos, y que los recupera. No sé muy bien que trasfondo le dará a Lucci, pero será un villano muy útil en el futuro, como Drake o Capone son enemigos que no serán un final de saga, pero que serviran para entretener a algún lugarteniente de la banda en lugar del clásico nuevo personaje al que ha de dotar de carisma. Además, siendo sinceros, creo que a todos nos gustaría un enfrentamiento de Franky y Robin contra Lucci. El gatito era uno de esos enemigos que se encontraba en el límite del poder de Luffy antes del salto temporal, no es alguién que vaya a destrozar la escala de poderes ni que vaya a quedar tan forzado como Cocodrilo y su ensalzamiento a partir de Impel Down.

No creo que sea un error recuperar a Lucci, y me parece un acierto el usar a Jack. En los pequeños detalles está la grandeza, y un mangaka tiene que ir presentando personajes gradualmente para que luego no sea necesario hacerlo de golpe y que queden como un pegote como pasó con la tripulación de Barbablanca. Jack estaba ahí. Como también están Bobin y Ten-shin-chan. Y alguno más que debería de haber; Jack no es un problema, más bien lo contrario, debería de haber más como él.

No obstante, una de las grandes virtudes de la serie está a punto de colisionar con ella. Me refiero a la estructura de islas. Uno de los grandes aciertos del manga. Una forma de resetear cada 100 capítulos a los secundarios y los enemigos, una forma de cambiar por completo la temática y la estética de la serie, un medio -en definitiva- de conservar la frescura del manga. De Arabasta a Skypea hay un mundo, y Water 7 no se parece en absoluto a Thriller Bark. Sin embargo, esto era posible cuando la banda de Luffy eran unos desconocidos. Ahora Luffy es un serio aspirante a Emperador, es alguien que ya no está unicamente en una isla pequeña liándola, es alguién cuyas acciones tienen repercusiones y cuya presencia condiciona ya mucho la historia. Y la narrativa de Oda esta cambiando para adaptarse a este aspecto.

Tenemos a Kinemon y a Law, que no son miembros de la banda y llevan con ellos dos islas, y no es descabellado pensar que podrán estar al menos dos mas. Pero ahora también tenemos a Bartolomeo -que además es excepcionalmente popular- y su tripulación, y tampoco es lógico pensar que vayan a desaparecer tan pronto como se reúnan con el resto del grupo (más habida cuenta de que, como hemos visto, estos están viviendo su propia aventura).

Dressrosa ya fue un cambio en la narrativa de Oda. Usó a los gladiadores e ignoró a parte de la banda, pero además había marines, shichibukais, revolucionarios y emperadores de por medio, todos los frentes de la serie estaban ahí de una forma u otra. Fue una saga gigantesca, pero también muy importante a nivel global. Presupongo que Zou será una saga más pequeña, pero eso no salva a Oda de tener muchas tramas paralelas que ya no puede desatender. Tenemos, por una parte toda la trama de Sanji actual, suponía que se podría contar en un miniflashback, pero teniendo subida de recompensas parece que es más que una escaramuza temporal. Tenemos la Reverie en ciernes, y con tantas menciones ya parece imposible que la obviemos o que sea una historia de portadas. Y tenemos a Jack intentado "rescatar" a Doflamingo. Doflamingo no puede ser rescatado porque su historia ya ha terminado y no tendría sentido recuperarlo... como no tendría sentido perder a Kidd y cía frente a Kaidoh, pero el combate de estos puede ser más facilmente omitido, por mucho que impresione la determinación de Jack no tiene sentido arrojarlo contra Fujitora, Sengoku y Tsuru si no es para herirlo y hacer que naufrague hasta Zou para colocarlo como enemigo de la saga. 

Hay muchos frentes abiertos, pero al contrario que en el pasado, estos frentes afectan directamente a la banda. Antes recibíamos la información de estos acontecimientos entre sagas, ese formato ya dejó de ser viable conforme la importancia de Luffy crecía y hemos visto como en Punk Hazard y Dressrosa se han insertado muchos detalles de la historia global como los problemas en la Marina, Aokiji o las alianzas piratas. Ahora la influencia de Luffy ha crecido aún más, él y Law son los que han dado el empujón definitivo a una puerta que muchos estaban ya empujando. La historia crece y crece, y la narración en base a islas comienza a mostrar ciertas limitaciones.

La narrativa de Oda tiene que evolucionar para llegar a esa guerra por la soberanía de los mares ya anunciada. De alguna forma todo tiene que comenzar a unirse. Vamos a ir a Zou. Después presumiblemente a Wano. Tenemos que volver a la isla submarina y el viaje a Elbaf parece inevitable. Sin contar Raftel, en estas islas y alguna que otra más tendría que librarse el conflicto contra Kaidoh y Big Mom, y parte del enfrentamiento contra Barbanegra y la Marina. Y aún no hemos llegado a la trama de los revolucionarios.
One Piece lleva 800 capítulos, y creo que su duración estará sobre los 1300. La narrativa tiene que evolucionar porque no podemos necesitar una isla para acabar con un enemigo, y naturalmente no podemos seguir asistiendo a la presentación de enemigos menores (Caesar y Hody cubrieron ese cupo) porque la banda ya es muy importante. La duda es si Oda conseguirá mantener el nivel una vez ahora que el carácter episódico de las islas, su mejor defensa contra muchas de las lacras del shonnen moderno, comienza a difuminarse. 

miércoles, septiembre 23, 2015

Pequeño gran héroe

Captain Toad: treasure tracker

Quizás las fases más celebradas de Super Mario 3D World (ver reseña) fueron aquellas que presentaban como protagonista al Capitán Toad, un toad expedicionario que ya deambulaba por el universo Mario desde los tiempos de Galaxy (ver reseña) y que poco a poco se puede consolidar como ese Toad carismático que Nintendo lleva décadas buscando para sus Mario Karts y Smash (incluso tiene una novia-amiga-hermana-compañera, la simpática Toadette, que también es coprotagonista del juego de esta reseña y sobre la que hace unos meses Nintendo dio una surreal explicación sobre su sexo). 
Este Captain Toad es una secuela de 3D World centrada por completo en el concepto de aquellas fases de 3D World, explotando aquella jugabilidad al máximo de sus posibilidades y añadiendo alguna que otra nueva. Así pues, tenemos unos escenarios con forma de cubo con las diversas ambientaciones típicas del universo Mario, y en ellos nuestro buen Toad ha de superar los distintos obstaculos que se interponen entre él y la estrella final. Toad puede hacer poco. Anda pero no salta, con lo cual hemos de encontrar formas de rodeas los obstáculos o plataformas, o manipular los elementos del escenario para ello. Muere pero no mata, con lo que todas nuestras posibilidades ofensivas se basan en arrancar algunos nabos que hay por los escenarios para lanzárselos a nuestros enemigos o caer desde las alturas sobre ellos (aunque también existe un item "pico", muy escaso que nos permite cavar y destrozar todo lo que tengamos enfrente durante unos segundos). Normalmente el tiempo no es importante en casi ningún nivel (salvo unos pocos de lava o veneno ascendiente) y en general el juego puede considerarse mucho más como una aventura de puzles como podía serlo Zack & Wiki (ver reseña) que como una de plataformeo o acción. La mecánica del juego consiste en estarse quieto, girar la cámara para ver todas las opciones del escenario y pensar en la forma de llegar a un determinado punto sorteando a los enemigos que hay por medio. Sobre esta premisa tan aparentemente simple el juego encuentra muchísimas variaciones y desarrolla bastantes tipos de puzles, sorteando estos también con unas ligeras fases de vagoneta con estructura de shotter, algunas fases de bonus bastante simpáticas y unos enfrentamientos contra jefes muy bien resueltos a tenor de las posibilidades de Toad.
El juego es muy bonito visualmente. No tiene ni grandes escenarios ni efectos gráficos del otro mundo, pero sencillamente... es bonito, el diseño artístico del juego es una preciosidad, a la par que bastante variado. El sonido es algo flojo, efectos para cumplir y banda sonora bastante simple, es un juego donde la música no es importante y donde además por su particular estructura sería difícil estructurar esta, pero se echa algo en falta el nivel musical de las ultimas entregas de Mario. El control es sencillo como él solo pues Toad puede hacer poco más que moverse. Controlamos al personaje con un joystick del mando y con otro la cámara... hay un botón de acción para arrancar cosas del suelo, otro para alejar la cámara y otro para encender o apagar la luz del casco. El control de Toadette, hasta donde he llegado a ver, es similar al de Toad.
Es un juego que se vende a unos 30€, pero aún así no diré que es especialmente barato pues en la duración está uno de sus problemas. Tiene unas 70 fases. Hay bastante diversidad entre ellas, y en la mayoría además de completar el nivel tenemos el desafío de encontrar tres diamantes (y un check que sólo se marcará si cumplimos una determinada condición que puede ser no ser visto por los enemigos, acabar con todos estos, recolectar X monedas, encontrar un objeto secreto u otras acciones del tipo). Sin embargo los niveles son sencillos y cortos, y deberíamos completar cada uno de ellos en unos pocos minutos. Aunque algún secreto se encuentre un poco más escondido y nos obligue a rejugar alguna pantalla, completar el juego en su mayoría nos llevará 10-15 horas. Es un juego muy bonito de jugar y muy disfrutable, pero es un juego corto.
No diré que es un juego imprescindible, pero si me parece un juego muy simpático y muy recomendable para aquellos que disfrutaron con 3D World y las fases de Toad, publico por otra parte al que es obvio que está enfocado esta aventura. Esperemos que sea el comienzo de una nueva franquicia, pues es una saga que podría dar mucho de si.

lunes, septiembre 21, 2015

¿Qué duración debe tener un manga?

Shokugeki no Souma - 134

¿Qué duración ha de tener un manga? ¿Hasta cuando puede prolongarse? Hay mangas que se diseñan con una extensión concreta desde el principio, aunque la mayoría son historias cortas preparadas para ser cerradas apresuradamente si es necesario o para ser alargadas hasta la eternidad. Hay series que se alargan hasta el infinito sin problemas (One Piece), hay otras que pierden el rumbo y sufren para recuperarlo (Hajime no Ippo) o tristemente nunca lo hacen (Bleach), algunas incluso sufren con alargamientos que parecen cortos (Death Note). Igualmente también hay que señalar que en ocasiones algunos mangas acaban abruptamente pronto incluso cuando no son cancelados (Slam Dunk). 

Shokugeki se enfrenta ahora a ese dilema. Diría que se está adentrando en la que sería su segunda mitad natural, ahora tiene que decidir si alargarse hasta que las ventas aguanten o acabar en todo lo alto. Las presentaciones acabaron con la introducción de los diez asientos y, con los de primer año ya establecidos y hermanados, la serie puede pasar al siguiente nivel. Y el siguiente nivel, el de Tsukasa y compañía, es el nivel final. Shokugeki es un extraño híbrido de géneros, pero si hay uno que le condiciona es el del spokon, y ahí se encuentra con la barrera infranqueable de los sempais de tercer año. En cualquier serie deportiva el novato protagonista de turno tiene que ganar porque si no el carismático capitán-gorila de turno se retirara; aquí pasa algo parecido, en un shonnen normal siempre se puede recurrir a la invasión alienígena de turno o algo así, pero aquí el límite son los 5 primeros asientos... y naturalmente no puede ser que estos se graduen, la serie no puede presentarlos como monstruos y luego hacer que el protagonista no se enfrente a ellos o que el bagaje final sea de derrota. El epílogo de la serie será Soma enfrentándose a su padre, eso parece claro, pero el final será el enfrentamiento contra Tsukasa y Azami.
http://unrealyeto.deviantart.com/
Naturalmente, podría que ser que los protas fueran derrotados y que cuando todo pareciera perdido Tsukasa y compañía obligaran a la academía a imponer un cuarto curso para seguir aprendiendo y que incluso obligaran a contratar a Joichiro... pero me parece poco probable, podría ser el plan de la nueva estrella de la serie, la única robaescenas que supera a Alice, la cachonda de Rindou, pero no puede haber 10 personajes como ella y casi veo más probable que se haya alineado con el bando "malo" para luego cambiarse y poder enfrentarse al número 1. Poco probable en todo caso. 
Tenemos a todos los de primer año ya más o menos unidos, Jun y Alice han arrastrado a Akira al bando bueno, Satoshi y Kuga son todavía rivales pero son amigos ante todo,  y la trama se desplaza hacia Erina para que esta asuma el protagonismo que en teoría siempre ha tenido. La serie lleva 130 capítulos y creo que es obvio que pasará los 200, quizás incluso pueda alcanzar los 300... pero todo lo que se aleje de esa cifra será ya un error.
http://irsts.deviantart.com/
Ya entrando en la especulación pura y dura, particularmente veo una primera saga para defender el dormitorio contra asientos "bajos" o discípulos de estos, dándole así importancia a los amigos de perfil más bajo del grupo protagonista (y de paso meter en el dormitorio a Nikumi, los Aldini y algún que otro secundario más si no todos). Y luego ya una batalla pura y dura contra los asientos de tercer año con todos los de primer año capitaneados por Soma y Erina. En medio... alguna saga "menor" contra Satoshi o la alegre Rindou.
Está resultando un manga soprendentemente sólido y disfrutable, a ver si hay suerte y no se echase a perder.

sábado, septiembre 19, 2015

El mejor relleno es el que no existe

Chihayafuru 152

Seamos sinceros, hace unos 10 capítulos a nadie le importaba la competición por equipos. Es narrativa de manga de primero, si ya se ha superado un obstáculo, no tiene interés el volver a verlo. El equipo ya había ganado el campeonato, y la mirada del espectador estaba puesta en el triángulo amoroso y en esos duelos por los títulos de Meijin y Queen que ya se ven al final -ahora un poco más lejano- de la serie.
Esta saga parecía un relleno, un relleno para dar tiempo a que se calmara algo la situación con Taichi. Y eso ha sido. Pero ha sido también mucho más. Suetsugu ha aprovechado estos capítulos de sobremanera para desarrollar muchos aspectos secundarios de su obra, demostrándonos que no hay relleno si hay talento porque este capítulo final ejemplifica lo increiblemente llenas de detalles que están las páginas de este manga.
Al lector, como he dicho, la competición por equipos no le importa. ¿A quién le importa? A los personajes. Los personajes de una obra no deben sentirse como protagonistas de una serie, han de sentirse como seres reales, y así para este grupo de chicos no importa el pasado, todo lo que importa es el presente, y todos quieren volver a ganar, y quieren hacerlo siendo protagonistas, siendo parte del equipo y del grupo.
En los capítulos anteriores vimos los grandes momentos de Hokuo, hace dos capítulos tuvimos un homenaje al héroe oscuro de Hiro y el último era un canto a la más sana y feroz competitividad deportiva. En este capítulo Hokuo sigue estando presente muy para bien, ganándose ese lugar de amigos-vecinos-rivales que tan necesario es en el spokon, pero este capítulo lo roban los secundarios de Mizusawa, confirmando el crecimiento que se antojaba en ellos. Madres, entrenadora y suplentes están con el equipo, ejemplificando la pasión por el deporte que la autora quiere transmitir. Pero luego tenemos a Tamaru sintiéndose parte del equipo, a Chihaya queriendo aprender a competir en equipo, y a Nikumi y Komano asumiendo la responsabilidad de sempais. Y sí, el equipo pierde, pero lo hace por suerte, y demostrando antes tablas y sapiencia de juego en equipo, y consiguiendo al final clasificarse por una carámbola que le da a un Komano un momento de gloria. Todos los personajes han aprendido los unos de los otros, así como de sus propios rivales. Y la autora consigue transmitir ese afán de superación con pocas escenas y una terrible emotividad. Esta saga no le importaba a nadie, pero la autora consigue meterte en ella a base de simple y puro saber hacer narrativo.
Y, naturalmente, sirve al proposito final del manga. No es ya sólo el increíble crecimiento del equipo del colegio, es que apuntala aún más a los protagonistas. Sabemos que Arata espera al equipo, pero es que además Taichi sigue estando muy presente en el equipo, permitiéndole estos capítulos a Chihaya recobrar una actitud más normal y haciendo al propio Taichi confirmar que está tan obsesionado con el juego como el resto de los personajes de la serie.
Era una saga que parecía de relleno...  y la autora se sacado de la manga algunos de los mejores momentos del manga con ella.

viernes, septiembre 18, 2015

¡Navegad hasta la desolación y el fin del mundo!

One Piece 800 - El vínculo de subordinados

100 capítulos después de que la banda alcanzara las rocosas costas de Dressrosa, la saga ha acabado. Ha sido larga, la más larga, y ha tenido un par de puntos discutibles, pero en líneas generales me ha parecido una gran saga. Sólo algunos aspectos de la fruta de Doflamingo, y algunas trampas narrativas de Oda demasiado torpe alejan esta saga de ese Olimpo en el que moran sagas como Water 7 o Shabody. Pero me ha parecido una gran saga, con un número muy bajo de capítulos de relleno, con grandes personajes como algunos gladiadores y toda la familia de Doflamingo, con combates absolutamente espectaculares y momentos de comedia memorables, también ha sido muy emotiva, y molona cuando se lo ha propuesto. No voy a resumir la saga... ¿por que si no para que mierda la reseño casi semana a semana? Necesitaría mucho tiempo y palabras para resumir la saga, y creo que en líneas generales cualquier lector medianamente asiduo de este blog ya sabrá mi opinión de ella, así que hablaré del capítulo, como es costumbre.
Lo primero que me alegra es que es un capítulo normal, no sucede nada especial por ser el 800. Sí, se realiza la formalización de la flota de Luffy, un hecho extremadamente importante, pero no tengo la sensación de que Oda se lo haya guardado especialmente para este número.
En líneas generales me parece un gran capítulo... porque es un capítulo de fiesta, y estos suelen ser muy normalitos, pero en esta ocasión la fiesta ha estado muy bien integrada en la historia y, además de dejarnos ver al Zoro más alcohólico, el lector es verdaderamente partícipe de esa felicidad, no por Dressrosa si no por la amistad fiel y sincera que se ha forjado entre la banda y sus nuevas bandas aliadas. 
El capítulo tiene detallitos como esa escena preciosa final de Rebbeca cogiendo de la mano a Kyros, o ese Fujitora que termina su extraña redención de su extraño papel en la saga con una bonita frase se transforma en su primera mueca de comedia gracias a Sengoku. Pero naturalmente todo lo roban los nuevos subordinados de Luffy. Con ese rechazo previsible hasta cierto punto por parte del protagonista que reafirma su ideal de libertad absoluta como interpretación del título de rey de los piratas, ideal que no hace si no terminar de conquistar a sus nuevos aliados que usan dicha libertad para inclinarse ante él. Comedia e ideales se dan la mano gracias al compañerismo más puro.
Y luego, naturalmente están las frases finales. Se intuía. Se sabía. Pero ahora se confirma. El manga no puede necesitar 100 capítulos para acabar con un shichibukai por muy importante que este fuera. Los enemigos se van a agrupar y en algún momento dado toda la tensión del mundo y de la trama principal explotará. No creo que sea contra los Emperadores, porque esa es la trama actual y las nuevas bandas necesitan tiempo para crecer. Supongo que los enemigos serán los marines y supongo que será hacia el final de la serie, cuando esta pida el gran clímax épico de espectacularidad. Entonces llegará la batalla que hará a Marineford parecer una escaramuza. 

martes, septiembre 15, 2015

Way down in the hole

The Wire

En primer lugar, disculpas y agradecimientos a todos los que me habéis recomendado esta serie a lo largo de estos últimos años. Disculpas por lo que he tardado en verla a pesar de que lleváis varios años recomendándomela, y agradecimientos por haber insistido en ella y haberme metido poco a poco en la cabeza la intención de verla. Es una deuda que difícilmente podré pagaros.
"The wire" es una de esas series que normalmente encabezan los tops de mejores series de la historia, pero al contrario que "Los soprano" u otras series muy publicitadas, lo hace desde la modestia. Es una serie dura en un primer momento por lo salvaje de su temática y lo sucio de su escenario, y sobre todo por el realismo que destila, porque "The wire" vive en ese mundo de drogas que todos intentamos ignorar. Es una serie poco comercial y difícil de vender, pero cuando comienzas a verla te das cuenta de que estas viendo algo muy grande, y cuando la acabas te preguntas cuanto tardarás en ver una serie de ese nivel, una serie tan compleja, con tantas lecturas, con tanto carisma. Es una serie tan redonda que te hace replantearte tu opinión sobre muchas otras series que habías visto y que considerabas buenas, y que quizás lo sean... pero compruebas de primera mano que son claramente mejorables.
Así que, sí, me sumo a las loas a esta serie. No diré que es la mejor serie que he visto, porque hay muchas series de temáticas muy distintas que me han encantado y una competencia entre ellas es -además de ridículo- muy difícil de establecer. Pero puedo decir, y hacerlo sin dudar un segundo, que es una de las mejores series que he visto nunca.


"The wire" parte de la obsesión de un policia bastante capullo -Jimmy McNulty- contra un gangster orgulloso e inteligente -Stringer Bell-. McNulty se encontrará con un amigo federal y este le hablará de sus dispositivos de escuchas, el policía recurrirá a un juez que autorizará estas escuchas, pero al hacerlo se saltará la cadena de mando, lo que cabreará a todo el departamento. Pasados unos episodios tendremos a un equipo de desechos policiales vendidos como equipo especial al juez para compensar la presión que este les mete... pero resulta que entre todos esos desechos del departamento hay algunos muy buenos, y entre ellos pronto se organizarán para sacar lo mejor los unos de los otros, y así poco a poco conseguirán un caso sólido. 
Este equipo tiene claramente un núcleo duro que podríamos llamar los protagonistas por parte de la policia, pero tiene también muchos secundarios que entrarán y saldrán a lo largo de las cinco temporadas que componen la serie, algo que también aplicará a los protagonistas, aunque en este caso podemos decir que se continuará siguiendo su carrera aunque no estén en la unidad.
Así mismo, dentro de la banda de Stringer, el joven D´angelo se siente bastante culpable por todo el sinsentido de muerte y drogas que ve, así como no cree que la lealtad a la familia que todos predican sea tan real. 
Tenemos pues dos frentes abiertos: policía y gangster. Y resulta que en la policía la mayoría sólo se preocupan de cumplir con su trabajo, de cubrir números y no joder al que tienen encima; y los gangster igual, llevan a cabo su trabajo con toda la profesionalidad que pueden, porque para ellos no es nada malo, es sencillamente el trabajo que les ha tocado vivir. Y entre los policias hay muchos de lo que lo mejor que se puede decir es que son puteros alcohólicos, y entre los ganster hay algunos que son evidentemente nobles y buenas personas a pesar de lo que su trabajo les obligue a hacer. 


La ambigüedad moral aparece en todo su esplendor ya en los primeros capítulos. No hay mucha diferencia entre buenos y malos, cada uno hace sencillamente lo que le ha tocado hacer en la vida. Los hay buenos y los hay cabrones, los hay honorables y los hay miserables, los hay conformistas y los hay ambiciosos. Sencillamente unos nacieron en unas calles y otros en otras, algunos tuvieron un momento de suerte que les alejó del mal camino y a otros la perra vida les ha dado tantos golpes que el camino está ya demasiado lejos como para volver a él. Los personajes suelen respetarse entre ellos porque saben que no hay verdaderas diferencias entre ellos. Es la ley de la calle, la ley de Baltimore y en última instancia de la vida, y aquel que no la comprende está aún más perdido que el resto. 
Sin embargo, hablar de los personajes que viven en un lado u otro de las calles, del bien y del mal, o de los personajes que incluso viven por encima de estos conceptos sería superficial y erróneo. En "The wire" estas fronteras no existen y los personajes son todos meros supervivientes del mundo en el que les ha tocado vivir, pero la serie no se limita a narrar la guerra por las esquinas y salta a toda la sociedad y a todos los estratos que la componen.
Así, en la segunda temporada nos trasladamos a los puertos y vemos allí la muerte de la clase obrera con unos estibadores que apenas tienen trabajo y tienen que subsistir vendiendo su alma al diablo. En la tercera temporada saltamos a las altas esferas y vemos las luchas por el poder político que lo rigen y lo condicionan todo. En la cuarta viajamos a los colegios y vemos como sencillamente desde el principio los niños son abandonados en vertederos sociales. En la quinta temporada vemos los periódicos y esas noticias que queremos o no queremos ver.
Lo interesante es que en la primera temporada parecemos estar aunque una clásica serie de policías contra delincuentes, y en verdad el enfrentamiento entre la unidad de escuchas y el clan mafioso de Avon Barksdale será el motor durante las primeras tres temporadas y parte de la cuarta, pero la serie amplia su espectro a toda la ciudad y sorprende cuando en cada primer capítulo de cada temporada presenta a varios personajes nuevos y un escenario completamente desconocido hasta ese momento para el espectador. Pero lo sorprendente es que logra hacerlo con una coherencia sorprendente, incluso cuando en la segunda temporada vamos a los puertos y conocemos la trama de los estibadores -la más independiente de todas hasta el punto de parecer un paréntesis narrativo- vemos que esta relacionada con la entrada de drogas y, además de ser investigada por los protagonistas de la primera, acaba relacionada también con todos los traficantes que ya conocíamos.


Comprendemos entonces que la serie no trata sobre la policía de Baltimore, ni sobre sus delincuentes, la protagonista en sí es la ciudad y todos sus habitantes y escenarios. Porque de lo obvio de las drogas y los estibadores después pasamos a políticos y periodistas -y en menor medida a los colegios-, y la serie da una vuelta de tuerca más al involucrar al espectador confrontando más claramente todavía la realidad de las calles con la realidad de los números, siendo testigos de como se manipula todo desde las altas esferas en base a réditos electorales o a la simple comercialidad de un suceso. Estamos entonces ante el elefante en la habitación, la realidad que sabemos que existe, pero que ignoramos por nuestra propia felicidad. La espiral de demencia que nos lleva a negarlo todo para intentar salvarnos como sea y cuya realidad sólo admitimos cuando no hay otra alternativa, la pasividad que espera que otro resuelva el problema mientras reza para que las culpas no caigan sobre nosotros.
Problemas del mundo que preferimos ignorar mientras esperamos que no se crucen en nuestro camino, porque sabemos que incluso aquellos que luchan contra ellos tienen pocas esperanzas de triunfar, porque hay caminos muy fáciles que no tienen restricciones. Y entramos aquí en el debate de si el fin justifica los medios y a plantearnos el verdadero significado de nuestra moral ¿Qué significa esta? ¿Donde están los límites? ¿Cómo enfrentar la moral individual contra la colectiva?
Porque hablamos de si un policía puede manipular una investigación para saber si capturar a quien sabe culpable. Hablamos de un abogado que se gana la vida destruyendo la sociedad. Hablamos de un católico que pretende destruir a otro porque le ha robado su sitio en la Iglesia. Hablamos de un pobre desgraciado que vende droga porque es lo que ha visto hacer a su padre. Hablamos de un político que tiene que traicionar sus promesas porque no puede hacerlas realidad. Hablamos de un periodista que manipula noticias para mantener su puesto de trabajo. Hay acciones claramente amorales. Algunas son claramente deleznables y supongo que la línea la marcaría el egoismo personal. Pero ¿y si el policía no quisiera atrapar al criminal por sus crímenes si no por su orgullo? Y más allá de un simple nivel invidual... ¿aceptaría una sociedad una solución como la de Hamsterdan?


La serie nos hace plantearnos toda una serie de interesantes preguntas no sólo desde la óptica personal de los ideales de cada persona, si no de los de nuestra propia sociedad, pues como he dicho ya antes... todo esta relacionado. La serie no es tan estupidamente idealista como para pensar que una persona puede cambiar el mundo, puede cambiar una pequeña parte, y a lo mejor -con mucha suerte- cambiar algo grande. Es el efecto mariposa llevado a su extremo más sucio y realista. Todo esta relacionado y los personajes interactuan entre ellos de mil y un formas, siendo la mayor parte de las veces todo natural y fluido, pero sorprendiéndonos también la serie con giros de guión que no por inesperados dejan de ser coherentes.
Quizás aquí se encuentre uno de los pequeños fallos de la serie, pues en ocasiones se reutiliza algún personaje de una forma un poco forzada para continuar dándole una trama a determinado personaje; creo que es una pequeña concesión al espectador para no obligarlo a recordar más nombres pues en verdad la serie no tiene problemas en hacer que Buck se tire media tercera temporada buscando una pistola o hacer que el propio McNulty apenas aparezca en la cuarta temporada. Es esta una característica de esta serie que puede ser considerada un problema por algunos espectadores: su numeroso casting. El número de personajes es extremadamente alto, y el protagonismo de muchos de ellos es muy alto. Es una serie coral en el sentido más puro de la palabra y exige bastante memoria al espectador en este sentido. El guión de la serie es terriblemente sólido y cada personaje actúa de acuerdo a sus propias motivaciones, cada uno de ellos tiene un pasado que anhela un futuro y rige un presente. Como he comentado antes no hay ni buenos ni malos, cada personaje tiene sus aspiraciones y sencillamente intenta conseguir lo que cree que es lo mejor para él o para aquellos que le importan de acuerdo a sus convicciones.
No obstante, dejando a un lado este fallo menor, la serie reafirma un poco ese mensaje de que todos somos esclavos de las circunstancias y uno no va donde quiere si no donde la vida le lleva. Un policía puede tirarse 13 años en un escritorio como Lester, y luego salir a la calle por que su superior se ha olvidado de porque lo metió allí. Un investigador puede tirarse 2 años investigando un caso sin encontrar pistas, pero su cuidadoso enemigo tiene un primo idiota que se vuelve demasiado creído y se convierte en una fuga de seguridad. Por no hablar de la corrupción, una espiral en la que todos los personajes están metidos no sólo por su propia ambición y avaricia, si no porque todos tienen secretos por los que sus enemigos no dudan en extorsionarlos o presionarlos. Y luego, naturalmente, esta el azar. Es ficción y quizás alguna cosa esté un poco forzado, pero a veces un acontecimiento fortuito puede desencadenar una auténtica hecatombe, y también a veces puede dar al traste con toda una operación. Lo importante no es lo que está pasando, lo importante es lo que las personas creen que está pasando. Y lo triste es que, como en la vida real, lo más esclavos de las circunstancias son los personajes "buenos", limitados por las reglas de la sociedad y las que ellos mismos se imponen, mientras que los personajes más oscuros gozan de una libertad por su carencia de escrúpulos, aunque a su vez son esclavos de sus propias ambiciones. Como en la vida real, la libertad es poco menos que una ilusión de la que muy pocos personajes pueden presumir.


La serie tiene licencias, por supuesto. Pretende ser realista y no tiene miramientos en mostrar las más crudas escenas de violencia y -en cierta medida- sexo. No se corta en estas escenas, pero tampoco se recrea especialmente en el gore más allá de lo que en algún momento la trama requiere (y la crudeza de los asesinatos es quizás más psicológica que explícita), y en lo referente al sexo no lo oculta pero se muestra relativamente comedida para lo que uno está acostumbrado a la HBO (quizás la serie eche en falta una temporada más sobre las prostitutas y los proxonetas, que trata relativamente por encima en las dos primeras temporadas). 
Lo terrible de esta serie no son las muertes, si no las propias vidas. La serie lo entiende y no se regodea en los elementos más sórdidos, porque sabe que no lo necesita, porque lo que muestra "normal" es ya terriblemente oscuro y siniestro, y además no se siente exagerado, se siente real, y eso lo hace más terrible. No persigue clímax con grandes escenas espectaculares o terribles, porque estas llegan con una naturalidad terrible y con una modestia y humildad que sacude al lector. Porque en las drogas casi tan terrible como una muerte es ver como alguien que intenta rehabilitarse es repudiado por la sociedad o como acaban entrando en las escuelas.
Pero la serie es ficción, y quiere entretener. Y recurre al humor para rebajar su carga dramática y dar un descanso al espectador. Y aquí tengo que decir que la serie es, sencillamente, muy divertida. Me esperaba un drama oscuro de esos que te deja mal rollo en el cuerpo, pero me he encontrado ante una serie con la que me he divertido mucho. El humor no podía ser más oscuro, y en ocasiones es muy triste. Pero es un humor realista y natural. Es un humor de gremios. Un policía no se atormenta con todos sus casos, porque sencillamente se ha tenido que insensibilizar ante ellos para poder sobrevivir, y así los muertos son bromas entre ellos. Y los mafiosos no ven nada malo en lo que hacen, porque es su mundo, así que también bromean entre ellos. Es un humor de compañeros, y es un humor de patosos, porque todos la fastidian en determinados momentos, y a veces de una forma realmente estúpida. Es un humor de complicidad, porque el espectador le coge tal cariño a los personajes que no puede evitar sonreír al ver como Daniels o String reciben la noticia de la chapuza que han hecho sus subordinados. Y es un humor incluso cinematográfico, con unas claras influencias de los mejores Coen o el más inspirado Tarantino, un humor incluso estilístico como esa memorable secuencia donde durante todas las líneas de diálogo se recuden a "Joder".


La serie es ficción, y lo sabe y no reniega de ello. Y no es su objetivo, no es su estilo, pero la serie se permite el capricho de sacarse de la manga personajes como Omar o el hermano Mouzone, tramas tan disparatadas como el absurdo caso imaginario de la quinta temporada o McGuffins totalmente estúpidos para todo el mundo menos para el pobre pringado que ha de justificar un gasto ante su superior.
Y estas pequeñas licencias también le permiten tomarse otras más serias como la creación de Hamsterdam, donde la serie quiere hacernos pensar planteándonos abiertamente preguntas en base a escenarios hipotéticos y aparentemente imposibles.
Es una serie a la que se le critica su densidad y lo duro de los primeros episodios. Yo no he tenido esa impresión. La serie me parece una absoluta maravilla tremendamente disfrutable, y los primeros episodios me parecen tan sumamente entretenidos como el resto. Cierto, en los primeros episodios de cada temporada se presentan varios personajes, y esto es obviamente más notorio en la primera temporada. La serie exige cierta atención y esfuerzo mental por parte del espectador, pero creo que lo recompensa desde el primer momento. Ya en su primer episodio la serie me parece muy bien estructurada y fácil de seguir. Sí, hay personajes de los cuales no te aprendes el nombre de primeras, e incluso es posible que mueran sin que te lo sepas, pero no me parece un fallo especialmente reseñable porque en ningún momento pierdes la perspectiva de lo que estas viendo o de como se están desarrollando las diversas tramas.


La serie tiene un guión y una planificación prodigiosa, pero todo ese cuidado también esta presente en el resto de apartados técnicos de la serie, donde diría que sólo flojea la canción de los títulos de crédito, que me parece horrible... pero que he de decir que es perfecta para el tono de la serie. 
El ritmo de la serie es excelente. Todas las escenas son útiles y, o bien describen a un personaje, o hacen avanzar su trama de alguna forma. El número de personajes es gigantesco, pero salvo en contadas ocasiones uno no se pierde entre ellos y sabe siempre que esta pasando con exactitud. Y los actores sencillamente están genial, el guión es muy bueno y hay papeles que son un auténtico regalo, pero en líneas generales todos los actores rayan a un gran nivel, transmitiendo esa ambigüedad moral y ese realismo sucio que la serie quiere transmitir. Esto se nota especialmente a partir de la cuarta temporada, con la entrada en escena de los jóvenes, que tienen unos papeles bastante complejos, y que no obstante bordan.
La serie se rodó en Baltimore y la ambientación es perfecta. La gran protagonista de la serie es la propia ciudad de Maryland, y uno tiene la sensación de viajar a sus calles y sus esquinas, de ver no lo peor si no la realidad de esas ciudad y unas gentes que sobreviven como pueden.
La dirección y el montaje son convencionales. Son bastante sobrios y tradicionales, centrándose en planos medios y dando gran peso a las interpretaciones. Utiliza las panorámicas muy puntualmente y ni siquiera en las escenas de calles se recurre a grandes planos. La serie se mantiene con una visión muy cercana, prefiriendo tener un enfoque más realista que espectacular (es también un truco para ahorrar dinero, pero creo sólo se nota -y no demasiado- en algunas escenas de políticos). En alguna ocasión montajes algo frenéticos, y se recurre un poco a la cámara al hombro en algún asalto, pero son momentos puntuales y la acción suele ser bastante clara.
Es una serie con un pretendido toque realista, así no hay demasiadas metáforas visuales. En alguna ocasión vemos algún pequeño recurso narrativo, pero nada extraordinario, quizás una escena rodada con una cámara baja para dar más fuerza al enfrentamiento de dos personajes, alguna alucinación ocasionada por la droga... nada que en verdad desentone con la serie. Es una serie muy honrada y no engaña al espectador.
Técnicamente la serie sólo tiene un defecto, y no es de la serie en sí, si no de su increíblemente horrible doblaje. En España se hacen grandes trabajos de doblaje y defiendo estos en muchas ocasiones, pero lo de esta serie es un crimen. Es una serie difícil de doblar, pero sencillamente el trabajo ni siquiera parece profesional. Hay entonaciones claramente fuera de lugar que quitan todo el posible dramatismo a una escena, y más porque en ocasiones cambian hasta el texto original... pero eso no es lo peor, lo peor es que cambian y reutilizan a los actores. Un mismo actor de doblaje puede poner la voz a un personaje importante, y a cinco o seis secundarios distintos en cada episodio, eso te saca por completo de la serie... y además hay cambios ilógicos de voces, no es que a un personaje le cambien la voz porque al actor de doblaje le haya pasado algo, es que ves que de una temporada a otra cambian voces entre ellas. Es ridículo. Esta serie es inmensa, pero el doblaje es tan malo que la destroza.


Para concluir, decir que sencillamente esta reseña no le hace justicia ninguna a la serie. "The wire" es, sencillamente, demasiado grande. Es una serie divertida, un entretenimiento de primera... pero es también toda una radiografía de la sociedad moderna y de los hombres que la pueblan. Es una serie de la que se escriben libros y se debate mucho. Es una serie de esas que copan las rankings de mejores series de la historia. En muchos casos no estoy de acuerdo con las valoraciones de las series más aclamadas, pero en este caso concuerdo completamente con la opinión generalizada de la serie. Porque esta, sencillamente, es una de esas series que te cambia al verla. Una serie que se disfruta, pero también una serie que te estremece y te recuerda como es un mundo que sabes que existe pero que prefieres no ver. Es una de esas series que te hace crecer como persona. 
No es recomendable verla. No es una imprescindible de la historia de la televisión. No. Esas etiquetas se le quedan pequeñas. Es una de esas series que todos deberíamos ver obligatoriamente.

sábado, septiembre 12, 2015

La más clásica dragonada

MOMENTO MÍTICO 55 - Crónicas de la Dragonlance

Dragonlance no es Dickens, no creo que nadie ni por un solo instante haya creído nunca lo contrario. No es Dickens y no es Tolstoi, tampoco es Shakespeare y mucho menos Cervantes. No son obras maestras de la literatura, pero tampoco son basura. Al menos si permanecemos dentro del núcleo de la serie escrito por Margaret Weiss y Tracy Hickman, encontramos novelas muy disfrutables.

Soy seguidor de esta pareja. Cierto que el “Ciclo de la Puerta de la Muerte” no se cierra tan bien como podría. Cierto que el tercer tomo de “La espada de Joram” es un horror que destroza los anteriores (y mejor no hablar del cuarto). Pero en líneas generales son una pareja de escritores que me gustan mucho. Desde luego me parecen muy superiores a R.A.Salvatore y el resto de autores de los Reinos Olvidados, son también más regulares que Louise Cooper, y su producción literaria es más extensa y más variada que la del gran David Eddings (ver etiqueta).

Weiss y Hickman son los mejores autores de “dragonadas”. Este es un término que normalmente se usa peyorativamente. Son novelas demasiado deudoras de Tolkien, muy fantasiosas y poco profundas. En estos tiempos donde Martin (ver etiqueta) y Sapkowski (ver etiqueta) han elevado la fantástica a un nivel superior y respetable, las dragonadas están claramente desfasadas. Pero a mi me gustan. Son novelas de aventuras ligeras, sencillas y fáciles de leer, espectaculares y triunfalistas, exageradas y repletas de carisma. Es literatura juvenil que no pretende nada más que entretener, y desde luego prefiero este estilo de los ochenta a los dramas ridículos a los que ahora parece abocada la literatura juvenil.



Y dentro de las dragonadas, las “Crónicas” son la joya de la corona… aunque las “Leyendas” y la “Forja de un túnica Roja” seguramente estén a su mismo nivel gracias al protagonismo absoluto del más carismático de todos los personajes de este universo.

Las crónicas son una aventura en el sentido más clásico. Tenemos a un grupo de héroes, cada uno perteneciente a una raza o una profesión distinta, que cubren los distintos arquetipos de los juegos de Dragones y Mazmorras (un semielfo arquero, un guerrero, un caballero honorable, un mago, un enano, un “hobbit” ladrón, una sacerdotisa curadora, etc, etc). Y una escaramuza en una taberna acabará metiéndolos en una batalla gigantesca entre el bien y el mal en la que recorrerán todo un mundo fantástico lleno de seres extraños.


Las crónicas son unas 1400 páginas, quizás alguna más en la muy recomendable versión con anotaciones de los autores. No están excepcionalmente bien escritas, pero tampoco son un crimen contra la literatura. La aventura se lee con facilidad y tiene un gran ritmo, engancha y no se hace pesada en casi ningún momento. La comedia surgida de la dinámica de los distintos personajes funciona muy bien. La acción es ágil y dinámica, y está presente con bastante frecuencia pero no se hace pesada ni avasalla al lector. Las descripciones no son demasiado largas ni abruman al lector, pero ambientan perfectamente la aventura y logran formar una imagen mental de algunos parajes imposibles. La narración suele centrarse en unos pocos personajes, pero salta de unos a otros con gran agilidad y es capaz de meternos en los pensamientos de todos con gran naturalidad. Los personajes son muy distintos, pero uno los conoce pronto a todos y es capaz de empatizar con ellos; en algún momento se fuerza demasiado algún personaje con motivo argumental, pero en líneas generales todos están bastante bien desarrollados. Los autores tienen sus buenas ideas y plantean algunas situaciones sorprendentes, y además realizan un uso sorprendentemente bueno de una herramienta tan poderosa como la elipsis narrativa, y aunque sospecho que muchos de esos “huecos” que se dejaron no eran si no una maniobra comercial para vender después más libros, no deja de ser un recurso que les permite saltar de un escenario a otro con agilidad y les permite narrar los diversos frentes de una guerra bastante amplia.

No obstante, estas elipsis se les van de las manos algo al final, donde pasan de una trama a otra casi para ahorrarse tener que desarrollar algunas y explicar estas a posteriori con unas pocas líneas de diálogo. La guerra es muy grande y se fuerza alguno que el rol de los protagonistas sea tan importante en algunos frentes (aunque hay que decir a su favor que, salvo en el caso de Raistlin, no se produce ninguna escalada de poder descabellada).

La guerra se les va a los autores algo de las manos conforme avanza la trama, el romance es bastante previsible y tópico, así como el concepto del exagerado honor resulta por momentos ridículo (aunque aquí la serie se mantiene a flote todavía, será varias novelas después cuando toque fondo con la idea de unos caballeros oscuros que sirven al mal… pero con honor (algo que me parece ridículo, es como si saquearan una aldea pero a la hora de violar a las mujeres dijeran “por detrás no”)). Estos serían los principales defectos de esta trilogía, aunque son defectos algo menores en mi opinión. La guerra es un medio para desarrollar los personajes, no el fin principal de la saga, que se centra más en resolver los conflictos internos de los personajes (de hecho la trama principal se cerraría gracias a toda la trama chapucera de Berem y al momento de estupidez superlativa de la Corona). Y dentro de los personajes, sí, el triángulo Tanis-Laurana-Kitiara no es el mejor del mundo, y se infla lo indecible a los tres personajes (especialmente a Laurana), y ya ni hablar de Sturm-Alhana (pero todo lo que rodea a Sturm es ridículo y exageradamente forzado)… pero igualmente tenemos cosas como Tas o esa relación oscura y tormentosa de la dupla Caramon-Raistlin.

No es la saga de literatura más recomendable del mundo, pero no me parece tampoco una de esas franquicias que hay que esquivar como si fueran la peste. Dentro de su ligereza, es entretenida y carismática.



El siguiente momento mítico nos llevará al Central Perk

miércoles, septiembre 09, 2015

Star flee - War planet nine

Sidonia no Kishi: Dai-kyuu Wakusei Seneki

La primera temporada de unas de las pocas veces en las que recuerdo haber puesto una nota a una serie (ver reseña), me gusta que haya continuidad entre las reseñas de una misma franquicia así en que esta ocasión también se valorará numéricamente la serie (como también tiene un título trekkie), aunque no lo haré yo si no una selecta colección de cinco invitados para la ocasión (la opinión de Togashi no estaba a tiempo para la reseña y será incluida en la versión en tomo):

Hajime Isayama (autor de Shingeki no Kyojin):
Bueno, el desarrollo no es tan bueno como podría. Sólo mete un giró de guión incoherente al principio, donde se produce un cambio demasiado importante en un personaje que lo cambia por completo. Ahí la serie esta bien, muy bien, pero después avanza hacía una narrativa sólida que no me gusta. El desarrollo es pausado y la trama avanza lentamente mientras se profundiza algo en la forma de vida de Sidonia. Y lo hace sin demasiadas explicaciones superfluas o repetitivas, eso no me gusta. Además la trama de la capitana y toda la vertiente de la "conspiración" se sucede paralelamente dejando que el lector la siga y lo vaya comprendiendo todo. Demasiado coherente para mi gusto. Además la trama se cierra consistentemente en apenas doce episodios, demasiados pocos, podían haberlos aprovechado para mostrar escenas de su día a día... que lo hacen, pero me refiero a escenas que sobren. Le doy...

2/5 Shashas comiendo patatas
Robert Zemeckis (antaño director de cine):
La animación me gusta, se siente bien integrada con la trama y los movimientos de los personajes son reales... al usar una cultura espacial alienada y viciada genéticamente puede justificarse que no todo sea natural. Quizás las ciudades estén algo vacías y podrían haberse introducido más personajes en algunos planos, pero en líneas generales la animación cumple con creces, no pareciendo estática en ningún momento y tampoco demasiado plástica o robótica. Tsugumi también esta bien animada, y con ella se permiten incluso introducir pequeñas licencias cómicas tipicas del anime que no parecían cuadrar con el estilo de la serie pero que acaban quedando bastante bien.
Sobra decir que en las batallas con mechas el estilo resulta particularmente impactante, con un uso de la de velocidad y unos encuadres muy buenos y espectaculares. Le doy...

4/5 Tom Hanks digitales
Kentaro Yabuki (luchador por la seguridad de los baños japoneses):
Bueno, es un harem. Y sabe que la clave consiste en que casi todas las tías de la serie, por innecesario que resulte desarrollen sentimientos por el protagonista pero no se los revelen. Eso es bueno. Y el prota es denso como él solo. Eso es muy importante. Tenemos planos de bragas cuando se suben por escaleras, perfecto, para eso están, las escaleras, no las bragas. Y tenemos mediciones de pechos en una bañera. De libro, perfecto, los grandes clásicos nunca pasan de moda. Sin embargo, no es un harem con convicción. Es como si el autor pensase que hay algo más importante que la comedia romántica tontorrona con Tanizake-kun. Eso es malo. Por ejemplo, la capitana, ¿cómo es que no actua como "onee-sama sexy"? en su defecto debería liarse con alguno de sus aliados. Mal camino llevamos. Es como si el autor creyese de verdad en la trama y sólo añadiese el componente romántico como un alivio cómico. Mal, mal, mal.
Pero lo que de verdad me ofende es apenas hay echii, no se ve nada en la escena de la bañera, y cuando el prota se encuentra con las gemelas clonadas tampoco se ve nada... están tapadas ¡y no por neblinas o gotas de agua estretegicamente colocadas! Tenemos un personaje sin sexo que pasa a ser chica... ¿cómo no se aprovecha eso mejor? ¿Y una criatura de tentáculos moé? ¡Todo el mundo sabe que los tentáculos están para derretir la ropa! Muy decepcionante la serie en este sentido, le doy únicamente...  

1/5 Momos chupando helados blancos de esos que gotean sutilmente
Jerry Bruckheimer (el director del video del "I would do anything for love" de Meat Loaf):
Bueno, Sidonia no tiene una bandera. Es una mala señal, no podemos tener planos de la bandera ondeando al amanecer con una épica banda sonora de Hans Zimmer de fondo. Eso es malo, no malo en plan "Bad boys", malo en plan miembro del partido demócrata.
Sé que estoy aquí principalmente para hablar de las explosiones, pero... ¡Tio! No hay rubias. What the fuck? ¿Qué puto futuro tiene la raza humana si no hay bimbos por ahí? No soy extremista, puedo tolerar que no haya rubias si tenemos a una morena con las cualidades interpretativas de Megan Fox... pero nada. Tenemos grupos de gemelas clonadas con el pelo rosa, algo es algo, pero ni siquiera enjabonan los mechas con sus tetas. Mal, tio, mal. Ni rubias, ni morenas, ni escocesas cachondas... ni marines ¡no tenemos marines, tio! ¡no tenemos planos contrapicados de helicópteros! ¿Qué tipo de serie es esta? ¿De la jodida "nuvel bag"? ¡Qué les den por culo a los franceses! Armstrong les ganó 7 Tours en los morros, y no iba dopado, simplemente era de Texas. Deal with it!
En las explosiones tengo que decir que no esta mal. No en todos los episodios explota algo, y eso no es bueno, pero la batalla contra la supercolmena esta de muerte, y luego todo lo del brazo es para cagarse. Quizás habría sido mejor con alguna banda sonora urbana moderna, ya sabes, rap, pero Angela hace una buena marcha miliar. Y con la batalla final no tengo quejas. Francotiradores, que está de moda. Robots samurais, que siempre quedan bien. Y una lucha entre tías gigantescas robotico-orgánicas, compro la idea para Tranformers 5: Hot pistons. Y al final una tia en bolas en la cabina, eso fue alucinante. Para eso voy yo al cine. Y luego para rematar, un bombardeo masivo desde el espacio, en plan Reagan. Joder tio, eso fue flipante. A eso le llamo yo cine y no a la mierda de Hitchcoock y sus Vertigos. Thumbs up. 

3/5 Explosiones necesarias por guión
Cosmo Kramer (autor del libro sobre mesitas de café que ¡es una mesita de café!):
Bueno, ciertamente la serie tiene unas virtudes notables en el campo de la deconstrucción ideológica y la sinergia de la distopía de las sociedades futuras, sin embargo, lector, yo estoy hoy aquí para hablar de sus facultades artísticas. Que son notables, ¡ya te sigo si son notables! Pero le falta algo. Yo entiendo que en una sociedad futurista que vive en el espacio en un pedrusco gigante tengan sus limitaciones, sin embargo, si tienen tiempo para montar una industria de plamos me parece inconcebible que no lo tengan para actividades más lúdicas que eleven la consciencia humana por medio de la belleza.
Entiendo que el ambiente no es el mejor y que la mayoría de los espacios han de ser fríos y sucios, pero si tienen espacio para una piscina tridimensional de la hostia o para una pequeña zona milenaria con cerezos en flor... que menos que tomarse un té mediante la ceremonia en ese idílico paraje. No estoy hablando siquiera de café, si no de un té, muy decepcionado en ese sentido.

2/5 Kramer points

domingo, septiembre 06, 2015

El camino del Emperador

One Piece 799 - Padre e hijos

No por esperado, no por ser algo ya cuasi oficial con bandas como la de Hancock, Lola o Jimbe, o con “civiles” como los carpinteros de Gallery-La, los okamas o los ejércitos de varias naciones, el final de este capítulo ha sido menos glorioso. A pesar de la famosa frase de los 10 nakamas, soy de los que opinan que en esta segunda parte de la serie, más que tripulantes, veremos como se unen bandas enteras bajó el paraguas de Luffy. Ese momento ha llegado al fin. Dressrosa y sus gladiadores se prestaban como ningún otro grupo antes presentado, y ese final del capítulo, con 7 bandas queriendo eligiendo como líder y referente a un Luffy con el que quieren compartir el simbólico sake de la hermandad es sencillamente memorable.

Con Bartolomeo era obvio, como en cierta manera también lo era con Don Sai, Hajrudin y –aunque le doliera- con Cavendish, el resto de las alianzas de piratas son algo random para unir a los menos carismáticos de los gladiadores, y no sé como Oda quiere hacernos creer que 200 ingenuos enanos pueden sobrevivir en el Nuevo Mundo… mas todo eso da igual. Luffy tiene ya oficialmente unos 5600 seguidores (a los que quizás en el siguiente capítulo rechace, pero lo de este capítulo no nos lo quita nadie).

La escena final es muy potente, de las que eclipsan casi todo el capítulo. Pero no es la única. No eclipsa un capítulo que me parece que soluciona varios de los problemas argumentales de los últimos capítulos y me parece, en líneas generales, redondo.

El gran coprotagonista del capítulo es Fujitora. Oda resuelve rápidamente el combate con Luffy. Un par de intercambios gordos de golpes y luego un rapto del protagonista y unos ciudadanos de Dressrosa que parece que no se habían vuelto idiotas y que hacen las veces de escudo ante los escombros de Fujitora. El cambio de opinión de los habitantes de Dressrosa había quedado forzado si no ridículo en la secuencia del rapto de Rebecca, pero me ha gustado que al final haya sido la forma de proteger a esta misma y dejarles vivir en secreto (el que tengan que ocultarse sigue siendo algo ridículo, pero supongo que se debe a la culpa inmensa de Kyros… así como supongo que la desaparición de este y el ardid de Doflamingo con Riku ocasionaba el odio a la princesa en el Coliseo… aunque todo esto sigue siendo algo forzado). Y la actitud de felicidad y veneración de la gente de Dressrosa afecta a un Fujitora, que sigue sin saber como ver a Luffy. Apostó por él y claramente no muestra una antipatía personal hacia él, si bien queda claro que es alguien que odia a los piratas y alberga una profunda tristeza como demuestra al anunciar que fue él mismo el que se quitó la vista porque estaba harto de ver el mal del mundo y porque quería además demostrar que era varonil y duro hasta los niveles más absurdos de un shonnen. Y ahora Fujitora se arrepiente, porque ha encontrado a alguien que ayudó a un país sin que nadie se lo pidiese, alguien a cuya sonrisa todos parecen seguir, alguien que intentó ayudarle cuando no ganaba nada con ello, y alguien que cuando se ha enfrentado a él lo ha hecho anunciándole donde le iba a golpear porque pensaba que era lo justo ante un ciego. Alguien que quizás sea una pequeña luz en el oscuro mundo.

viernes, septiembre 04, 2015

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que Berserk estuvo bien?

Berserk 339

Recuerdo comenzar a seguir este manga en el 2006. No eran malos tiempos entonces. Quizás comenzaba a haber demasiadas chicas, y tras la saga del bosque de los trolls había habido un pequeño bajón para presentar a Griffith y sus nuevos apóstoles pero en general el manga seguía a un buen nivel. No leíamos entonces la mejor saga de la serie, pero la batalla contra los tigres en Britania moló ¿para que negarlo? Molaba ver a Gatsu en plan héroe motherfucker badass de los 80. Y tras los tigres llegó la batalla a lomos de Zodd. Ni siquiera intentaré describir lo que suponía esa escena.
Pero luego llegó… el horror. Capítulos y capítulos de loa a Griffith. Seguramente eran necesarios, y el dibujo era increíble, pero fue una saga interminable y carente de cualquier cosa parecida a emoción.
Y luego llegó la enésima saga de Gatsu luchando contra elefantes marinos en la isla de las sirenas, con el no menos cansino recurso de que la armadura estaba poseyendo al héroe. Sí. Había avances pequeños en algunos aspectos. Pero toda esta parte, ayudada por un ritmo de publicación francamente errático era insufrible.
Creía entonces, y no me atrevo a hacerme ilusiones todavía, que Miura estaba más atascado en su historia que Martin con Hielo y Fuego. Luego publicó la historia corta de los titanes y se dijo que la serie volvería, pero el ritmo de publicación seguía siendo casi inexistente y uno temía que la pluma de este hombre ahora se dedicara a dibujar doujins de Idolm@ster.

Sin embargo los esporádicos capítulos que hemos visto en el último par de años han estado francamente bien, e incluso ahora la serie parece que va a tener periodicidad mensual. No me atrevo a lanzar las campanas al vuelo porque aún no sé que va a pasar en la isla de los elfos y como va a hacer Miura para que Gatsu pueda enfrentarse a la Mano… pero comienza a apuntar en una dirección interesante. Ya no más elefantes marinos. Ya no más beautiful Griffith´s adventures. Los últimos capítulos con Rickett como protagonista han sido una pequeña gozada con ese inolvidable momento del guantazo de este a Griffith frente a toda su corte de aduladores, uno de esos pequeños grandes momentos para los secundarios y una muy necesaria vuelta a los orígenes de la serie.
Pero parece que la serie va a más, porque ya no sólo vuelve a tener algo parecido a una trama… si no que incluso parece que por fin va a utilizar a Silat, el mítico árabe del que Gatsu rescató a Kiaska. Este buen hombre llevaba haciendo pequeños cameos desde entonces, y poco a poco creo que todos comenzamos a  pensar que podía ser un nuevo compañero para Gatsu, a fin de cuentas no tiene prácticamente aliados fuertes y este hombre podría entrar en esa categoría junto con Sérpico, y es un hombre… que puede sonar machista pero era algo necesario porque parecía muy raro que Gatsu pretendiera enfrentarse a la Mano Divina con una cohorte que parecía sacada de un instituto femenino.
Sin embargo el momento no llegaba nunca, e incluso parecía que podía acabar en las filas de Griffith a pesar de que sus nuevos apóstoles habían surgido de la nada y no parecía tener sentido introducir a uno con historia. Pero ahora el momento parece haber llegado. Desde su primera aparición han pasado 25 tomos, y fácilmente estos pueden haber supuesto 15-20 años en tiempo. Pero parece repudiar a Griffith y querer empezar a informarse sobre él, y ello le llevará a Griffith. Se ha encontrado con Rickett e incluso menciona una especie de refugio que podría suponer un lugar de entrenamiento para ambos como si esto fuera un shonnen. Y para rematar parece que habrá un enfrentamiento contra uno de los apóstoles que podría llevarse por delante a sus dos guardaespaldas masillas –masillas tipo chuache, pero masillas- y hacer que se les una Dhaiva, que sería una inclusión muy inesperada pero que particularmente aceptaría de muy buen grado.

Ha pasado mucho tiempo, pero parece que por fin se ve algo de luz al final del túnel. En esta entrada sólo he mencionado en una ocasión cierta saga de videojuegos de Idols y eso es muy buena señal.

Ya sólo nos falta que Kiaska recupere la memoria y vuelva a ser la que era antes para que la larga travesía por el desierto llegue a su fin.

Larga ha sido la espera, pero si Berserk vuelve a ser lo que en su día fue, sin duda habrá merecido la pena.