La narrativa se complica en Dressrosa y Oda tiene ahora mismo que llegar a muchos hitos, y la simultaneidad de algunos de ellos parece crucial. Tengo interés por ver como Oda lo cuadra todo. La batalla contra Picas verdaderamente no es muy importante, en cierta manera a Franky le viene bien ser ignorado por la pluma de su autor (mientras no tengamos noticias de lo contrario está haciendo frente a dos ejecutivos de Doflamingo y un Vicealmirante), y desde luego doy por descontado que a Sanji y el grupo del Sunny podemos considerarlos MIA en esta saga. Creo que hay dos escenas cruciales; una con la presentación de Luffy ante Doflamingo con alguna gran frase pronunciada simultáneamente por un Sabo del que en ese momento veamos el rostro por primera vez; la otra consiste en el momento en el que se rompa el influjo de Sugar y las ovaciones y abucheos de Diamante y Rebecca se inviertan.
Ese segundo hito me parece el más complicado. Se han realizado ya unos emparejamientos Burgess-Sabo y Diamante-Rebecca & Bartolomeo. Pero para llegar al gran momento de Rebecca primero Sugar debe ser derrotada, y esto es entiendo que no puede pasar inmediatamente, a fin de cuentas va a ser el momento más importante de la saga y no puede parecer en ningún momento algo fácil. Tengo interés por ver como Oda alarga el coliseo. Tenemos a Franky y su pelea, tenemos a Luffy y Zoro contra Picas y tenemos incluso a Kinemon buscando Kanjuuro para compaginar con un combate que parece que Usopp y Robin no podrán evitar… pero en verdad todo esto debería suceder relativamente rápido porque Rebecca no tiene pinta de poder aguantar mucho contra Diamante… pero si bien la derrota de Picas parece inminente, la de Trebol y Sugar parece muy lejana (a pesar de lo absurdo que me parece el hecho de que el primero protega a la segunda lanzando un barco contra el edificio en el que está).
No obstante, el protagonsita de este capítulo es un nuevo hito. Era evidente que el soldado de juguete era un personaje importante, muy importante. Y la teoría de que era Kyros estaba bastante extendida y tenía fundamente. No obstante, parecía más un personaje complemento de Rebecca, de Dressrosa en sí, que un protagonista. En este capítulo ha escalado hasta la posición de protagonista, convirtiéndose –junto con una Viola a la que creo que pronto encontrará- en el gran sufridor de la saga. Una de las cosas que siempre me ha maravillado de Oda es la facilidad que tiene para conseguir que empatizemos con los secundarios de las distintas sagas; uno acababa queriendo a la sufridora Mocha, quedaba maravillado ante el origen de los bailes de los hijos de Neptuno, se postraba ante esa Lola que se disponía a morir al sol de Thriller Bark o deseaba que Pauley fuera nakama. Dressrosa estaba plagado de personajes carismáticos, pero estos estaban principalmente en el coliseo, ahora tenemos a otro gran héroe para apoyar a la banda: Kyros.
Me ha encantado como Oda ha ensalzado al juguete por medio de terceros. Es un personaje que fue olvidado por todos y, hasta cierto punto, por él mismo; sabemos que trató de proteger a Rebecca a pesar de que esta lo había olvidado como padre y hasta cierto punto lo odiaba como Mr.Soldado. Fue también el que mostró la verdad a los enanos. La primera víctima de Sugar en Dressrosa y el único que lleva los diez años de reinado de Doflamingo luchando desde las sombras, capitaneando con cautela el plan SOP y convirtiéndose en la esperanza de todos.
Inmenso el momento del capítulo es cuando Rebecca niega al propio Kyros, cuando este no se ve sólo olvidado si no que ve que Doflamingo ha transformado la única huella que quedaba de él en una burla más para los desamparados. En su lucha casi desesperada se ve transformado él mismo en un motivo más para la desesperanza de todos.
Cuando recupere su forma no se si habrá perdido una pierna, y aunque no fuera así supongo que Oda echara mano del factor edad para mermarlo, pero como muy mínimo será tan fuerte como Don Chinjao. Siendo un personaje que es mucho más enemigo de Doflamingo que Luffy o el propio Law, quiero ver como Oda lo maneja pues parece obvio que ambos se han de encontrar.