viernes, febrero 28, 2014

La desesperación de los impotentes

One Piece 739 - Capitán

La narrativa se complica en Dressrosa y Oda tiene ahora mismo que llegar a muchos hitos, y la simultaneidad de algunos de ellos parece crucial. Tengo interés por ver como Oda lo cuadra todo. La batalla contra Picas verdaderamente no es muy importante, en cierta manera a Franky le viene bien ser ignorado por la pluma de su autor (mientras no tengamos noticias de lo contrario está haciendo frente a dos ejecutivos de Doflamingo y un Vicealmirante), y desde luego doy por descontado que a Sanji y el grupo del Sunny podemos considerarlos MIA en esta saga. Creo que hay dos escenas cruciales; una con la presentación de Luffy ante Doflamingo con alguna gran frase pronunciada simultáneamente por un Sabo del que en ese momento veamos el rostro por primera vez; la otra consiste en el momento en el que se rompa el influjo de Sugar y las ovaciones y abucheos de Diamante y Rebecca se inviertan.

Ese segundo hito me parece el más complicado. Se han realizado ya unos emparejamientos Burgess-Sabo y Diamante-Rebecca & Bartolomeo. Pero para llegar al gran momento de Rebecca primero Sugar debe ser derrotada, y esto es entiendo que no puede pasar inmediatamente, a fin de cuentas va a ser el momento más importante de la saga y no puede parecer en ningún momento algo fácil. Tengo interés por ver como Oda alarga el coliseo. Tenemos a Franky y su pelea, tenemos a Luffy y Zoro contra Picas y tenemos incluso a Kinemon buscando Kanjuuro para compaginar con un combate que parece que Usopp y Robin no podrán evitar… pero en verdad todo esto debería suceder relativamente rápido porque Rebecca no tiene pinta de poder aguantar mucho contra Diamante… pero si bien la derrota de Picas parece inminente, la de Trebol y Sugar parece muy lejana (a pesar de lo absurdo que me parece el hecho de que el primero protega a la segunda lanzando un barco contra el edificio en el que está).

No obstante, el protagonsita de este capítulo es un nuevo hito. Era evidente que el soldado de juguete era un personaje importante, muy importante. Y la teoría de que era Kyros estaba bastante extendida y tenía fundamente. No obstante, parecía más un personaje complemento de Rebecca, de Dressrosa en sí, que un protagonista. En este capítulo ha escalado hasta la posición de protagonista, convirtiéndose –junto con una Viola a la que creo que pronto encontrará- en el gran sufridor de la saga. Una de las cosas que siempre me ha maravillado de Oda es la facilidad que tiene para conseguir que empatizemos con los secundarios de las distintas sagas; uno acababa queriendo a la sufridora Mocha, quedaba maravillado ante el origen de los bailes de los hijos de Neptuno, se postraba ante esa Lola que se disponía a morir al sol de Thriller Bark o deseaba que Pauley fuera nakama. Dressrosa estaba plagado de personajes carismáticos, pero estos estaban principalmente en el coliseo, ahora tenemos a otro gran héroe para apoyar a la banda: Kyros.

Me ha encantado como Oda ha ensalzado al juguete por medio de terceros. Es un personaje que fue olvidado por todos y, hasta cierto punto, por él mismo; sabemos que trató de proteger a Rebecca a pesar de que esta lo había olvidado como padre y hasta cierto punto lo odiaba como Mr.Soldado. Fue también el que mostró la verdad a los enanos. La primera víctima de Sugar en Dressrosa y el único que lleva los diez años de reinado de Doflamingo luchando desde las sombras, capitaneando con cautela el plan SOP y convirtiéndose en la esperanza de todos.
Inmenso el momento del capítulo es cuando Rebecca niega al propio Kyros, cuando este no se ve sólo olvidado si no que ve que Doflamingo ha transformado la única huella que quedaba de él en una burla más para los desamparados. En su lucha casi desesperada se ve transformado él mismo en un motivo más para la desesperanza de todos.

Cuando recupere su forma no se si habrá perdido una pierna, y aunque no fuera así supongo que Oda echara mano del factor edad para mermarlo, pero como muy mínimo será tan fuerte como Don Chinjao. Siendo un personaje que es mucho más enemigo de Doflamingo que Luffy o el propio Law, quiero ver como Oda lo maneja pues parece obvio que ambos se han de encontrar.

martes, febrero 25, 2014

BOSTON LEGAL


Denny: Eh ¿Qué tal ha ido el día? He oído que habéis ganado.

Alan: Tenías que haberme visto en las conclusiones, estuve genial.

Denny: Bah, estoy cansado de tus conclusiones, siempre son eternas. Ya puedes hablar de cualquier chorrada que al final acabas soltando una disertación sobre los grandes valores humanos. Es como leer la reseña de un mal escritor pretencioso.

Alan: ¿Eso se considera cuarta o quinta pared?

Denny: Yo que sé, he perdido la cuenta de las pared que hemos roto ya; ni siquiera consideraría esto una reseña al uso, más bien parece un fan-fiction. En fin, ¿al menos te acostarías con la cliente?

Alan: ¡No! Por dios Denny... ¡era una anciana!

Denny: Bueno... no tengo nada con las entraditas en años, ni en carne. Y más si son cojas. O enanas.

Alan: Siempre lo reduces todo al sexo. A veces defender un ideal, conseguir demostrar la validez de tus argumentos, salvar a un inocente...

Denny: ¡Bah! Lo que importa es ganar y después celebrarlo con un polvo. Culpable. Inocente. Da igual. En esta vida las únicas cosas por las que merece la pena luchar son el salmón salvaje y los Red Sox. Si te obsesionas con la justicia, al final acabarás enloqueciendo cuando salves a un asesino.

Alan: Prefiero no pensar en eso.

Denny: No deberías olvidarlo. Al final es lo que somos.

Alan: Abogados. Supongo que Shakespeare tenía razón.

Denny: ¿Y cómo les ha ido al resto? ¿No era un tipo que defendía su derecho a acuñar su propia moneda? ¿Cómo demonios han podido defender semejante disparate?

Alan: ¿Qué sé yo? Me habría gustado verlo. 

Y faltan Denisse, Brad, Paul, Clarence, Katherine, Bethany, Ivan, los jueces
y tantos y tantos secundarios inolvidables de esta serie.

Denny: Sabes, a veces tengo envidia de vosotros. Antes de las vacas locas, yo... ya sabes, todo el que venía a Crane, Poole y Schmidt buscaba a Crane, al gran Denny Crane. Ahora me siento aquí  todo el día por si alguién quiere hablar conmigo mientras juego con mi colección de pistolas y espero a que sea de noche para llamar a alguna puta.

Alan: No digas tonterías Denny, sigues siendo el abogado más brillante que jamás he visto. De no ser por tí habría perdido muchos casos. Querría tenerte a mi lado en todos los juicios.

Denny: ¡Siempre que no abriera la boca! Ja Ja Ja Ja

Alan: Ja ja ja. En fin, me habría gustado ver el caso, tengo la impresión que no tendremos muchas más ocasiones de ver a esos abogados. ¿No tienes la sensación de que muchos de nuestros abogados han llegado para un caso y después se han marchado? Me da un poco de pena, a todos nos cuesta arrancar en nuestros primeros casos.

Denny: Bah, no importa. Veo la vida como una serie en la que soy el protagonista. Todos esos abogados son actores secundarios que no tienen más objetivo que acompañarme un par de episodios. Como esos primeros episodios en los que una serie, a pesar de ser buena, no ha encontrado su ritmo; o esas tramas con potencial que luego son desaprovechadas.

Alan: ¡Vaya! Una curiosa forma de verlo todo ¿Yo también sería un secundario?

Denny: No digas tonterías, tu serías mi coprotagonista. Eres digno de protagonizar tu propio spin-off. Todo protagonista necesita su alter ego. ¿Te imaginas Star Trek sin Spock?

Alan: También tenían a Bones

Denny: Nosotros tenemos a Shirley.

Los personajes de Seinfeld eran fans de Candice Bergen, y ahora yo también

Alan: Es una diosa.

Denny: No hay ninguna mujer como ella.

Alan: Oye, ¿no te…?

Denny: No.

Alan: ¡Venga ya, no me has dejado terminar de hablar!

Denny: No hace falta, ya se lo que ibas a decir. Y ya sabes la respuesta. No. Shirley es mía.

Alan: Y yo que pensaba que eramos amigos.

Denny: Y lo somos. Compartiría cualquier cosa contigo, menos a Shirley. Hay cosas que no se pueden compartir. Ese es el problema de vosotros los demócratas, que en el fondo sois comunistas.

Alan: Voy a echar de menos esto Denny. Un puro y un whiskey en un balcón con mi mejor amigo. No hay nada mejor que esto.

Denny: No, no lo hay. ¿Quiénes somos?

Alan: Los amos del mundo. Denny Crane.

Denny: Alan Shore. Irrepetibles.


sábado, febrero 22, 2014

El miedo del protagonista

Luigi´s mansion 2

Con Gamecube se rompió una tradición que señalaba que todas las consolas de la Gran N venían de la mano de un nuevo Mario. En este caso fue el hermano del más famoso fontanero el que inauguró el cubo. Aquel juego, que creo que se notaba también un poco como demo técnica, nunca me ha parecido nada verdaderamente extraordinario... pero Luigi tiene mucho carisma y poco a poco el juego se fue convirtiendo en una obra de culto que pedía una secuela.
10 años después esta llegó a 3DS. La premisa sigue siendo similar a la del juego original, aunque en este caso se han multiplicado por 5 las mansiones, se ha reducido su tamaño y se ha estructurado el juego en base a unas fases muy definidas. La esencia del juego es similar, básicamente hemos de explorar las diversas habitaciones de mansiones, resolviendo el puzle que normalmente cada una de ellas supone y luchando contra los ectoplasmas con nuestra aspiradora sacada de los cazafantasmas. No es un juego de acción y las batallas contra los fantasmas rara vez supondrán un verdadero reto salvo contra los grandes jefes o algún grupo de fantasmas en concreto (en la mejor tradición nintendera los enemigos no supondrán normalmente un reto por su fuerza o por su número, si no porque sólo serán vulnerables a algún tipo de ataque que hemos de deducir para poder acabar con ellos). Es un juego de exploración que bordea el género de los puzles puros y duros; acabar el juego no es especialmente complicado y los puzles que bloquean el avance suelen ser bastante lógicos... es en encontrar todas las joyas ocultas y capturar todos los boos donde el juego presenta sus puzles más enrevesados y sugerentes, donde más requiere de la memoria y la capacidad de asociación del jugador. No es un juego especialmente complicado ni largo en su aventura principal, pero estos retos alargan la vida del juego y la estructura marcada de fases facilita rejugarlo para conseguir estos extras y mejorar nuestra puntuación (aunque aquí tengo que decir que su ritmo tranquilo me parece contraproducente de cara a la rejugabilidad).
El juego dispone también de varios retos para varios jugadores, principalmente en una torre de pisos pseudoaletorios para escalar en compañía y mejorar los records. He probado esta modalidad en solitario, así que no puedo juzgarla demasiado pero me ha parecido entretenidilla.
El juego presenta 5 mansiones distintas, siendo la ambientación de cada una de ellas distinta, y presentando también puzles distintos. El diseño artístico del juego es muy bueno, las habitaciones no se hacen repetitivas -algo que si pasaba en el original- y todo está empapado de un colorido sorprendente a pesar de la temática. Con un marcado y simpático sentido del humor donde los fantasmas rara vez dan miedo y donde el objetivo parece ser humillar al buen Luigi, el juego hace gala de unas animaciones sencillamente alucinantes. La música acompaña bien. Visualmente la única pega que pondría al juego es que creo que abusa de animaciones "simpáticas" o "chorras" cuando Luigi pasa de una habitación a otra para disimular así los tiempos de carga; no son largas escenas, apenas pueden durar cinco segundos, pero en algunas ocasiones se me hacen excesivas y creo que lastran ligeramente el ritmo de un juego que, ya de por sí, es muy pausado.
El control del juego me parece francamente mejorable y constituye uno de los peros más importantes que le pongo al juego. Controlamos a Luigi con el joystick y aspiramos o expulsamos aire con L y R, con X y B miramos arriba y abajo, y con A e Y usamos la linterna normal o la especial para ver rastros de fantasmas. Cuando tenemos que mirar hacia arriba o abajo, y al mismo tiempo usar una linterna o usar nuestra aspiradora el control no resulta todo lo intuitivo que uno quisiera.
Es un juego simpático y entretenido de jugar. Luigi es un personaje que a todos nos cae bien y este es un buen juego que no lo degrada en absoluto. Ahora bien, sea por su duración, sea por su ritmo pausado y el freno que ello supone para su rejugabilidad, no me parece un imprescindible de la consola (al menos en base a su precio oficial). Es un juego recomendable, pero no un imprescindible. Cuando uno recuerde los juegos que ha jugado en la consola, recordará este por su carisma... pero no será este uno de esos juegos por los que recuerde la consola en sí.
Eso si, tengo que decirlo, ESTA FASE ES UNA PUTA MIERDA,
infecta, de lo peor que he jugado en mucho tiempo
Por cierto 3D tiene, y está más o menos bien implementado al ser uno de esos juegos que se mueve sobre un plano bidimensional  con una clara sensación de profundidad. Pero no engañaré a nadie, he jugado practicamente toda mi partida con las 3d desactivadas.

miércoles, febrero 19, 2014

Maravillosa novela.... prodigiosa... divertidísima.... Cervantes

Los papeles póstumos del Club Pickwick

Hace poco más de un año leí, casi por casualidad, "Historia de dos ciudades" (leer reseña). Me maravilló su lectura, así que me propuse leer más a Dickens, ese autor que hasta ese momento creía ensalzado en demasiado por la cultura angloparlante. Así pues, como en el 2013 me propuse un ciclo de clásicos, en este 2014 me he propuesto un ciclo de Dickens.
La primera obra en caer ha sido su opera prima oficial.
Es una novela... extraña. Dickens no era conocido, y la escribió para complementar las ilustraciones de un boletín de la época. A Dickens le daban unos grabados, y tenía que inventarse una historia para ellas. No son, desde luego, las condiciones soñadas para parir una obra maestra.
Pero Dickens casi lo consigue.
Samuel Pickwick es un acaudalado señor inglés que, en compañía de un trío de jovenes, decide recorrer Inglaterra para aumentar su comprensión del mundo y la condición humana. Pickwick es un buenazo idealista, y tanto él como sus compañeros tienen una facilidad pasmosa para acabar timados o envueltos en surreales malentendidos. Al poco se les unirá Sam Weller, como criado y principal escudero de Pickwick; un personaje que carece de la ilustración de sus congéneres pero que goza de un sentido común mucho más desarrollado y de un gran surtido de dichos, se convertirá en el perfecto Sancho Panza del Quijote que es Pickwick.
La novela bebe mucho de la obra de Cervantes, con una relación de compañerismo clara entre dos opuestos y con una crítica social bastante notable aunque el enfoque de comedia de la obra de Dickens me parece mucho más acentuado. Así mismo el autor inglés adapta la idea narrativa de Cervantes del segundo narrador.
Ahora bien, es una obra algo irregular. Creo que se notan bastante las diferencias tanto de trama como de estilo de los primeros capítulos a los posteriores, donde Dickes seguramente tenía más libertad y podía desarrollar una trama continuada y seria en contraposición a unas primeras páginas que son claramente paródicas. A mi, particularmente, me gustan más los primeros capítulos, de los más divertidos que he leído jamás; después el humor sigue estando presente, pero Dickens suele meterse en asuntos más serios y la comedia se diluye un poco. 
Dickens, no obstante, está ahí. Es una novela larga, 1000 páginas, y como tal hay pasajes más inspirados y otros que no tanto, pero cuando Dickens está inspirado... sus descripciones, sus metáforas, sus líneas de diálogo... sencillamente alcanza unos niveles de inspiración y perfección que no he visto en casi ningún otro autor.
Sorprendentemente divertida, esta novela me parece que ha envejecido muy bien y que, casi dos siglos después de su escritura, sigue siendo muy recomendable.

domingo, febrero 16, 2014

El más heroico vecino

MOMENTO MÍTICO 44 - Spiderman vs Venom

Los 90 fueron una buena década para engancharse a los héroes americanos vía animación televisiva. Teníamos la mítica serie de Batman que algún día reseñaré, teníamos unos X-men que en su día me encantaron a pesar de lo decepcionante que fue su revisionado (ver reseña), y teníamos aquel Spiderman que se balanceaba por entre rascacielos con la ayuda de una animación por ordenador que aún no estaba para esas fiestas.
La serie comenzó a emitirse en el 94 y consta de 65 episodios que adaptan el universo del trepamuros. Los diseños de los personajes se adaptan bastante a los originales, y aunque a mediados de los 90 cosas como internet comenzaban a ser importantes, eran unos años en los que aún se podían usar las premisas de las decadas anteriores. La animación, salvo los ortopédicos movimientos por ordenador antes mencionados, estaba bastante bien para la época. De la música apenas recuerdo nada, pero la melodía principal era pegadiza.
Esta es la serie por la que conocí algo al personaje, y me parece bastante recomendable, sobre todo en sus primeros episodios.

En estos episodios Spiderman es, como su lema dice, es un amigo y vecino. Es un poco héroe a la fuerza, y sus comentarios ocurrentes son eso, ocurrentes. Los primeros episodios de la serie son los más sencillos y los que, en mi humilde opinión, mejor funcionan. No hay un argumento continuado demasiado importante, y aún con Kingpin y Osborn de fondo, la mayoría de los episodios suelen limitarse al patrón de "monster of the week". Presentan villanos "locales" y vemos como Spidey compagina su vida de superhéroe con su trabajo de fotógrafo en el Bugle y de estudiante de universidad. Mola. Tenemos a Harry, tenemos a Flash, a Felicia, a la tia May, al tio Ben con moderación y a una carismática Mary Jane. Los villanos son clásicos como el Lagarto, Octopus o el resto de los seis diversos malignos, finalizando esta parte con la irrupción del Duende y naciendo antes, en tres memorables episodios, Venom. 
Me encantan los episodios de la araña-hombre, pero creo que estos tres episodios muestran lo mejor que podía dar esta serie. Venom es, indudablemente, un villano muy carismático. Y no tenemos lo cansino de los Duendes Verdes, ni las paranoias posteriores, simplemente oscuridad.
Venom es simplemente una versión oscura y siniestra de Spiderman, una metáfora clara del peligro de creese la bandera del bien y la justicia. Venom es más fuerte, más rápido, más ágil, se disfraza automaticamente y ni siquiera tiene que preocuparse de los lanzatelerañas... además, hasta es más molón. Ser Venom es, en definitiva, más fácil. Spiderman, como Batman, sabe que no es otra cosa que un vengador por mucho que lo vista de ideales y palabras bonitas, sabe que en el fondo tiene que seguir el camino difícil, porque lo fácil a menudo no es lo correcto.
En estos tres episodios se desarrollan con precisa estructura de una obra de teatro. En un primer acto se presenta a Venom, vemos todas sus virtudes hasta que en el último instante se muestra el verdadero y horrible rostro del simbionte. En el segundo acto vemos como Peter Parker va sucumbiendo poco a poco a la oscuridad del traje y a la suya propia hasta que al final logra escapar de ella. En el tercero, el enemigo que ha humillado en los capítulos anteriores adquiere el poder y se convierte en su peor y más cercano enemigo como una más que evidente consecuencia de sus actos.
No es que la serie invente nada en este arco argumental, pero me parece ejecutado a la perfección.

Luego la serie comenzaría a degenerar. Me encanta, como he dicho antes, el arco de la Araña-hombre, aunque no soportaba a Morbius. Luego la cosa comienza a hacerse muy rara con todos esos argumentos "crossoveseros" de la Marvel con tropocientos héroes a los que Spiderman les tiene que salvar el culo, esa Gata Negra copia de Catwoman, ese jaleo de los padres de Peter Parker, el clon de Mary Jane, Harry y el puto Duende Verde, esos líos interdimensionales con Madame Web y no se cuantas fumadas más. Creo que Spiderman funcionaba mucho mejor cuando sus enemigos eran tipos de barrio y cuando no estaba en juego el destino del mundo

No nos engañemos, la trama de Venom parece fácil...
pero más fácil todavía es cagarla



♪ Chihayaburu
Kamiyo mo kikazu
Tatsuta-gawa ♪
Kara-kurenai ni
♪ Mizu kukuru towa

viernes, febrero 14, 2014

The Big-Bang theory

History´s strongest disciple Kenichi 557

Me encanta que James y el viejito que sumen a la fiesta

Claro que es una fiesta con muchos invitados


jueves, febrero 13, 2014

Hoy presentamos... lecciones de historia con Yang Wenli

La guerra anglo-española de finales del siglo XVI comenzó con la famosa derrota de la Armada Invencible que comandaban Felipe Segundo y Guzman el Bueno. El Imperio donde no se ponía el Sol atacó a los ingleses para asentar su posición en Flandes, pero carecía de la guía de Alvaro de Bazan y las condiciones metereológicas no le fueron para nada favorables. El resultado fue una humillante y triste derrota española. La guerra se prolongaría durante varios años más, y los ingleses tendrían su propia Armada Invencible que sería igualmente desastrosa, y al final la cosa se cerró con los acuerdos de Londres de 1604.

Eso al menos es lo que dice la historia (y la Wikipedia).

Por suerte, Japón está ahí para sacarnos de nuestro error.

¿Qué fue lo que en verdad pasó entonces?

Todo el mundo sabe que en verdad la España de aquella época era en verdad un colegio deportivo donde (principalmente de beisbol) donde los alumnos semielfos sufrían marginación aunque la vicepresidenta del consejo (Juana la loca) pertenecía a esta etnia. Por supuesto, los mejores guerreros de este colegió eran un par de japoneses y una tía con un mecha basado en el tigre-dios Byakko.
Los españoles, guiados por un pacifista y tranquilo Felipe II se enfrentaron a unos ingleses donde la reina Isabel I quería ejecutar a su hermana Maria para recobrar el poder de Excalibur y proteger Avalon, todo ello con la ayuda de un Francis Drake licántropo, un Bacon nigromante, un Ben Jonshon que luego se doparía en Seul 88 y una versión femenina de Shakespeare.
En tal conflicto, por supuesto, jugó un rol importante un destacamento de japoneses encabezados por un nudista feliz que lideraba a un grupo con ninjas, tecnobrujas lesbianas aficionadas a los doujins, mikos francotiradoras, bailarinas eróticas, mercaderes, expertas en debate, descendientes de Juana de Arco, mechas, íncubos, mocos gigantes parlantes y fanáticos del curry. 
Y todo eso lo miraba de lejos el Papa Inocencio I en compañía de la calabaza parlante Galileo.


Comienza así la rseña de esa surreal serie que es..

Kyoukai Senjou no Horizon

Hablando claro, he visto los 26 episodios que componen las dos temporadas de esta serie y NO TENGO NI LA MENOR IDEA DE CUAL ES EL ARGUMENTO. Veamos, la cosa va de que por no se que catástrofe, la humanidad tiene que vivir intentando recrear la historia... pero habiendo ahora mechas, magos y todo tipo de criaturas raras. En esto está la cosa cuando unos japoneses tienen que sacrificar a una robot terriblemente carente de personalidad para seguir los dictados de ese "testamento" por el que se rigen, la cosa es que al presidente de la escuela que gobierna esa fortaleza flotante de Japón no le mola la idea porque quiere salir con la robot, que es algo así como la reencarnación de su novia de la infancia, que murió 10 años atrás y cuyos sentimientos se transformaron en armas para la humanidad. Así pues, rescatan a la robot, la convencen de vivir y empiezan una cruzada para recuperar las mejores armas de cada una de las naciones, que contienen los diversos sentimientos de la robot. O algo así.
Los combates... van desde las hostias puras y duras, a combates con mechas, ¿duelos mercantiles? o debates. Y uno no sabe muy bien porque se enfrentan los bandos o cuales son las condiciones de victoria en cada caso. Ademas la gente cambia de bando con una facilidad pasmosa.
Lo extraño del tema es... que funciona. A su extraña manera, la serie es atractiva y engancha. Algunos de los personajes, sencillamente, tienen mucho carisma y es divertido verlos en acción... aunque esta no se comprenda.
A raiz de como parece que me he ensañado con el argumento de la serie, uno podría pensar que no lo tiene. Eso es erroneo, lo tiene, y de hecho el problema es que la serie tiene demasiado argumento. En un momento dado, al final de la primera temporada, comienzan a enumerar todos los frentes o facciones del mundo... y el protagonista puede tirarse facilmente más de medio minuto enumerándolos. La serie se basa en una serie de novelas ligeras, unas novelas ligeras nada ligeras. Al parece el autor les dio a las guionistas notas para la adaptación, y estas eran varios miles de folios. Hay páginas dedicadas a las novelas donde explican todo, donde se ve todo lo que han cortado u omitido... y sencillamente, el volumen de información es monstruoso. El material original es tan denso que la adaptación es un amalgama de información comprimida. Creo que para entender esta serie uno tendría que ver varias veces cada episodio y tomar apuntes, y luego, al ver el siguiente, repetir el proceso y contrastar la información. 
La serie esta repleta de comedia, echii, reflexiones y acción. La comedia funciona por el carisma de los personajes. El echii es paródico debido a la absurda voluptuosidad de las féminas, las reflexiones son demasiado extrañas para entenderlas y la acción es espectacular a pesar de que uno nunca sepa a que reglas está sometida.
¿Recomendable?
Pues tengo que decir que no. La serie es más rara que un perro verde y, la verdad, no se a quien le podría gustar. A mi me ha gustado, pero me gustan las series raras y tenía curiosidad por ver una en la que los españoles fueran importantes. La serie es divertida y espectacular a su manera, aunque -especialmente durante la primera temporada- uno apenas entiende nada.


martes, febrero 11, 2014

En la naturaleza de un mangaka siempre está el contar algo

Rosario to Vampire II

Rosario to Vampire es un manga que empezó con un festival de fanservice sobrenatural al amparo de cierto auge del género de comedia sobrenatural, no obstante, a pesar de sus flojillos comienzos la serie giró hacia la acción y acabó siendo una serie más o menos disfrutable (ver reseña de la primera parte).
La segunda parte apostó descaradamente por la acción desde el primero. Con unos personajes ya presentados y cierta base de fans, la serie pudo presentar a unos enemigos importantes y desarrollar sus tramas y sus personajes con más libertad. La serie sigue cayendo en tópicos por un lado y por otro, pero el autor se atreve con alguna que otra idea interesante y, aunque el fanservice sigue estando ahí, es más un recurso cómico puntual que otra cosa. La serie empezó como comedia y es de agradecer que no haya renunciado a esa vocación inicial y tenga sus momentos ligeros e incluso sorprenda con gags en algunas buenas batallas.
La historia, como he dicho, no me parece nada del otro mundo, pero funciona como hilo conductor y creo que no se resiente demasiado de su simplicidad hasta el final, donde como es inevitable canta bastante que la punta de lanza de las fuerzas del bien contra un ejército de demonios sean unos pocos colegiales por muy demoníacos que estos también sean. Entiendo que esta es una historia para jovenes, entiendo que no hay que pedirle peras al olmo y todo eso... pero no deja de decepcionarme un poco el final (a pesar de que la revelación final de Moka es lo más surreal e irónico que uno puede imaginar en una comedia romántica).
El dibujo del autor se nota mucho más experimentado, ahora parece existir una verdadera profundidad en unos dibujos que en un principio me parecían muy planos. El movimiento corporal de los personajes, que antes parecía que estuvieran posando para una revista de moda, es ahora también mucho más natural. Los fondos son más variados y trabajados. Los diseños de los personajes son más variados y agradables. La composición de las viñetas sigue siendo bastante clásica; el autor ahora se atreve con planos mucho más grandes y complejos, repletos de muchos elementos, pero creo que muchas peca de caer en la simple saturación de elementos y en un excesivo barroquismo en sus diseños.
10 años de manga han construido una historia que comenzó como una conglomeración de tópicos de comedia sobrenatural echii facilona y que ha evolucionado hacia un shonnen de batallas sobrenaturales decentillo. Esta no es una serie que recomiende especialmente, no me parece que vaya a pasar a la historia, pero tampoco me parece que sea una basura inmunda como sus primeros capítulos pueden hacer creer. Al final, como siempre, si el autor tiene un poco de margen, consigue contar algo.
Y siempre quedaran en el recuerdo la acosadora Mizore y la memorable Rubi.

sábado, febrero 08, 2014

Toy Story: Origins

One Piece 737 - La torre ejecutiva

Sabo se llevará todas las portadas de este capítulo, y tiene una gran escena. Además estos primeros compases de algo tan complicado de narrar como una batle-royale entre 5 (aunque hemos vistos que claramente hay un bando de 3 "buenos") están siendo bastante buenos. Sin embargo, de esta secuencia si me quedase con algo, sería con la mención de los 10 capitanes de Barbanegra. Una de las grandes virtudes de este manga es la consistencia y la coherencia de su historia global, y el como Oda esconde algunas cosas... pero como muestras otras cuando nadie lo espera. Las trampas narrativas de Oda son magníficas, lo que te quita por un lado te lo da por otro. Sabemos que Teach tiene 10 hombres de cara a lo que parece el "uno contra uno" más claro de la serie. Al margen de lo mucho que esto puede llevar a recordar aquella frase inicial de Luffy de los 10 nakamas y lo que esto supondría... conlleva también el hecho de que aún falta por conocer a un nuevo hombre de Barbanegra, presuponiendo que ese no sea Aokiji o que Oda no se esté riendo a escondidas haciendo a Stronger ese último capitán o habiendo eliminado a Vasco Shot y teniendo a dos nuevos personajes (Alvaro D Bazan  y Ahab el cazador de ballenas, por imaginar nombres).
El capítulo trae por fin la confirmación de dos frutas más de la banda de Doflamingo, las de Picas y Trebol. La fruta de Picas me gusta, y me mola que seguramente volvamos a ver la inmunidad de Luffy ante ciertos ataques por el simple hecho de ser de goma. La de Trebol no me disgusta, pero creo que Oda ha jugado con la posibilidad de que fuera un logia o una fruta parecida a la de Magellan para finalmente escoger esta opción y creo igualmente que no le ha quedado redonda la jugada. Hay ocasiones en las que la existencia de una fruta es tan obvia que creo que esconderla tiene casi un efecto contradictorio.
Junto a las frutas de los dos jefes ejecutivos, vemos en acción también la de la pieza central del imperio de Doflamingo. Esa versión especializada de la fruta de Moria que parece ser la fruta de Sugar. Me ha gustado que el propio Trebol haya olvidado inmediatamente a Cavendish, y me parece que eso es indicador de la confianza que tiene Doflamingo. no obstante, me parece casi absurdo que Sugar no mantenga informado de alguna forma a su capitán del número y el poder de la gente que ha transformado y que constituyen una gigantesca bomba de relojería.
La transformación de un Cavendish que en la vida contemplaría ser olvidado y que quizás así encuentre la reconcilización con Luffy, muestra otra cosa. Cavendish es una mierda de juguete. En un momento dado los enanos le preguntaron que tipo de persona había sido si era tan fuerte como juguete. Creo que aún esta por confirmar la relación entre los cuerpos físicos y los cuerpos de juguete, pero Cavendish -independientemente de que Hakuba pueda ser aquí una pieza muy importante (el lector de Asimov que hay en mí pide que provoque una paradoja en la fruta que anule sus poderes)- es un juguete débil, y Hack y Elizabello son otro par de basuras. Eso hace pensar... ¿qué jodido monstruo era el soldadito de juguete antes de transformarse? La posibilidad de Kyros aparece con más fuerza que nunca.
Además vemos las ordenes que Sugar le da a Cavendish, parece como si los juguetes estuvieran obligados a acatar sus órdenes. ¿No recibió el soldadito tales órdenes?
Y por supuesto, en segundo plano, cositas como la aparente confirmación de que Hack es un revolucionario (teoricamente sería el maestro de Koala, aunque esperaría un giró de guión aquí pues me gustaría que la antigua pirata del Sol fuera más poderosa). Tenemos también un plano de Trebol en el que se aprecian perfectamente grilletes en sus pies, y un servidor tiene la teoría de que todos los miembros de la familia de Dofla son antiguos esclavos a los que este "liberó".

miércoles, febrero 05, 2014

¿Quién necesita más de 16 bits?

Chrono Trigger

Con diseño de Sakaguchi, dirección de Kitase y Horii por ahí, este juego es normalmente encumbrado como uno de los mejores juegos de rol de la 16 bits de Nintendo, si no el mejor, y eso en una consola que sin salirnos de Square vio Final Fantasy IV(ver reseña) y VI (ver reseña) desde luego no es decir poco. Y una vez jugado no diré que es mejor, pero tampoco diré que es peor. La competencia es brutal, pero este juego mira de tú a tú a todos los juegos con los competía. Es, una simple y llana gozada. La base del juego es la de un Final Fantasy, pero tiene algo de la sencillez de los Dragon Quest y de la agilidad de un Tales.
Chrono Trigger nos coloca en la piel de Chrono, un muchacho que ayuda a su amiga Lucca durante los preparativos de la feria del Milenio. Se cruzaran entonces con una joven alocada llamada Marle, y por una razón y por otra acabaran viajando al pasado para salvarse a si mismos, y después al futuro para descubrir el apocalipsis... a partir de ahí unas 20 horas de odisea a través de cinco épocas distintas en compañía del trío inicial y un compañero más de cada época.
Manejamos un equipo de tres personajes más o menos intercambiables en cada momento, que ganan experiencia simultaneamente, y que protagonizan las típicas batallas por turnos con barras de agilidad que se van llenando a distinta velocidad. En cada uno de nuestros turnos podemos efectuar un ataque físico simple, usar un item o realizar una técnica (que pueden ser conjuros y, si varios de nuestros miembros disponen de su turno, una demoledora acción conjunta). Los combates se desarrollan sobre los escenarios del juego y no son aleatorios. Son tremendamente ágiles y he aquí una de las grandes virtudes del juego, sus combates son muy divertidos y eso en un juego de este tipo sencillamente es la vida. Hay estados y efectos, pero no son demasiado importantes y si tengo que achacarle un defecto a este juego ese es que por desgracia es extremadamente fácil (ni siquiera hay que levear y las trampas de los jefes suelen estar bastante telegrafiadas).
Como es habitual tenemos todo tipo de items y accesorios para potenciar nuestra party, algunos simplemente suben las estadísticas de nuestros héroes y algunos confieren habilidades especiales. Nuevamente aquí tengo que decir que la importancia de estos accesorios es relativamente pequeña pues la dificultad del juego no es muy grande. Un ejemplo de ello es que, de los 7 personajes principales, cada uno de ellos con sus particularidades y puntos fuertes y débiles, ni siquiera llegue a formar un grupo predilecto pues normalmente podía superar todos los retos con cualquier combinación de héroes.
El juego es terriblemente ágil y entretenido en sus batallas, y a este punto se le añaden unos diseños de Toriyama y un sentido del humor desenfadado que hacen al grupo protagonista simpático y carismático. Tenemos un enemigos crueles y horribles, pero también tenemos otros terriblemente chapuceros y divertidos; y en la mejor tradición del rol japones las secuencias divertidas se dan la mano con otras terriblemente simples pero dramáticas (en la simpleza de los 16 bits creo que estas escenas funcionan mejor; Lucca y Robo se marcan algunas escenas dignas de enfrentarse a la Celes de FF VI).
La jugabilidad incorpora como elemento propio el jugar con varias épocas. Basicamente el mundo son un par de islas gigantes, pero el mundo irá cambiando a lo largo de varios milenios y el jugador tiene que lidiar con las diferencias entre ellos y aprovecharse de lo que sigue siendo igual. Además en algunos puntos nuestras acciones serán tan importantes que marcaran a diversas generaciones, reflejándose nuestras hazañas en una época en las gentes de otras.
Técnicamente es un juego espectacular para Super Nintendo. Sprites grandes y definidos con unas animaciones cuidadas, y unos escenarios repletos de detalles. Todo ello con los diseños marca de la casa de Toriyama y el sentido de humor que inevitablemente este trasfiere. La banda sonora es de Mitsuda con ayuda de Uematsu, y es sencillamente magnífica.
El sistema de batallas es muy ágil y adictivo. La historia es simpática y los personajes terriblemente carismáticos. El juego es una gozada que te engancha desde el principio y que no deja soltarlo hasta acabarlo. Es corto, pero sus 20 horas de juego son una absoluta gozada y no hay en ellas un minuto de leveo o de descanso.
El único defecto que le veo al juego es que es demasiado sencillo y fácil; el sistema de batalla es muy bueno pero la dificultad del juego no termina de ponerlo a prueba y el juego peca un poco de ese defecto de dopar tanto a los personajes que al final los diversos escenarios del juego no terminan de suponer un reto. Esto, y el hecho de que nuestra party sea de unicamente 3 miembros son los defectos que le veo al juego (aunque esto último se debe a gustos particulares).
Pero los defectos del juego son escasos y menores. 20 años después de su salida, el juego ha envejecido terriblemente bien y me parece terriblemente recomendable para cualquier jugador (incluso creo que es un un buen juego para iniciar a alguien en el género (aunque tiene que saber inglés, claro)).

lunes, febrero 03, 2014

Oda a la honradez

A principios de año pude ver "12 hombres sin piedad", una película que tenía bastantes ganas de ver. Suelo reseñar todo lo que veo, pero con las películas clásicas me da pereza y me gusta usar la reseña del blog como excusa para montarme marathones o ciclos de películas clásicas que no he visto. Esta ha sido una de esas ocasiones. Así pues, la reseña de tres películas que enaltecen la honradez y la dignidad de las personas, películas de las que te reconcilían con los valores humanos más tradicionales y te hacen pensar que quizás los hombres no somos tan malos después de todo.

12 hombres sin piedad

Esta es una película que me resulta difícil reseñar. Es una buena película, eso es indudable, pero es también una película muy tramposa. La película tiene muchas cosas que me encantan, muchas cosas que me parecen muy bien hechas, pero la idea subyacente, la moraleja, no termina de gustarme.
La película nos traslada a la sala de un jurado, y no nos saca de ahí a efectos prácticos. Durante hora y media vemos lo que serían aproximadamente unas tres horas de deliberación de los 12 jurados. El veredicto parece claro al principio, pero uno de los jurados se opone a él y poco a poco van rebatiendo las diversas pruebas y acusaciones principales al mismo tiempo que las personalidades de los 12 hombres van saliendo a la luz y se ve como cada uno de ellos afronta la responsabilidad de decidir el destino de una persona.
Es una buena película clásica, eso significa buen guión, buen ritmo y buenos actores. La película es una adaptación de una película de televisión y tiene un carácter muy teatral al ser toda la acción continua en una misma habitación y ser casi continua en su desarrollo. Los testimonios/pruebas se van desgranando poco a poco ayudando a mantener la intriga y el suspense, mientras que los conflictos entre los personajes son los que van aumentando poco a poco la tensión. Es una película de corte sobrio, sin  apenas ningún artificio que distraiga de su contenido.
Ahora bien, tengo que decir que no me gusta el fondo en toda su extensión. La famosa “duda razonable” de los juicios me parece llevada al extremo. A efectos prácticos todas las pruebas de un juicio son circunstanciales, y nunca se puede estar al 100% seguro de nada. Conozco la frase de que es más terrible que un hombre inocente vaya a la cárcel que el hecho de que un culpable esté en la calle y creo en la presunción de inocencia, pero en algunos casos me resulta ridículo como se rebaten todas las pruebas de una forma tan exagerada… si fuera una única prueba no pondría pegas, pero en esta película acaban rebatiendo una media docena, y entiendo la duda en cada una de ellas, pero creo que el conjunto de todas apuntaba a un único veredicto posible.
La película es un canto tan grande al idealismo que creo que acaba desvirtuándose a si misma.

Caballero sin espada.

Me veo obligado a reconocer que conocí esta película por los Simpsons, pero eso no quita que desde que ví aquel episodio con un perro maligno y Mel Gibson siempre he querido ver esta película. Esperaba ver la lucha desesperada de un idealista, un caballero sin espada como me parece brillantemente la tradujeron en España. Y eso es lo que es.
El punto de partida es casi ridículo. Jefferson Smith es un guardabosques que de repente se encuentra en el congreso de los EEUU como mero figurante, con la simple y casi ridícula propuesta de montar un campamento infantil para niños pobres en el que instruirlos en los valores más patrióticos de la nación. Es un idealista en el sentido más clásico de la palabra, un pobre buen hombre soñador e ingenuo que de repente se encuentra en el mayor centro de corrupción del mundo. La película es una oda al patriotismo con símbolos de Washington a diestro y siniestro y una banda sonora compuesta por barras y estrellas y poco más. El señor Smith va a Washington, lugar que considera la capital de la libertad y descubre la terrible realidad que allí se ha instaurado, y está a punto de ser quebrado, pero al final se alza con toda su dignidad y entereza para denunciar lo que allí ve con una de las secuencias más prodigiosas y maravillosas que creo que se han podido ver en la historia del cine.
Es una película de Frank Capra, y eso significa optimismo. Tiene sus momentos de comedia y tiene su romance, pero es también bastante oscura en algunos momentos y no deja de sorprenderme que una película tan dura contra el congreso fuera filmada a finales de los 30... con toda la la crisis en la retina de los americanos y la II Guerra Mundial a sus puertas. Los americanos sin duda son muy hábiles al centralizar sus mensajes patrióticos en sus habitantes y no en el país en sí.
El ritmo de la película es sorprendentemente ágil y bueno. El guión desarrolla bien los personajes, el drama creciente del protagonista y también el romance. La dirección es clásica, y todo sucede en apenas un par de escenarios. Jimmy Stewart sencillamente tiene uno de esos papeles que es un regalo para cualquier actor, su buen hacer eleva a Jefferson Smith al nivel de clásico en el sentido más estricto de la palabra.

Un hombre para la eternidad

Descubrí esta película hace años en el programa de Garci, me encantó entonces y me ha encantado en su revisionado. No soy católico, tampoco monarquico, así que verdaderamente la trama no podía importarme menos... pero los británicos saben montar muy bien sus grandes discursos teatrales, y cada línea de Tomás Moro es sencillamente memorable.
El rey Enrique VIII tiene un problema, y es que no tiene un Enrique IX que le suceda. Catalina de Aragón no le da un retoño varón e Inglaterra necesita un sucesor de la estirpe de los Tudor. Enrique ha puesto sus ojos en Ana Bolena, pero necesita para casarse una anulación papal, anulación que el Papa no parece estar muy dispuesto a darle... así que Enrique funda su propia iglesia en la que él es el máximo representante de Dios. Tomas Moro, su consejero, no dice nada ante ello. Tomas es un abogado de férreas convicciones católicas que se debate entre su Dios y su rey y amigo. Tomas Moro ha sido durante años la conciencia del reino, un hombre de cuya rectitud e integridad nadie duda, y el hecho de que no reconozca la legitimidad de la nueva iglesia es un duro golpe a esta. Así pues, la nobleza y los tribunales de las islas tratan de convencerle o forzarle, o en su defecto de desautorizar su moral. La película es la lucha de Tomas Moro contra ellos.
En algún momento puede parecer que la película omita algunos puntos, pero no deja de reflejar en 2 horas varios años de la vida de un hombre, y la película se preocupa más que de por los hechos históricos por reflejar la conducta y las palabras de este santo de varias religiones. La estructura de la película suele centrarse en unas pocas escenas largas que denotan origen teatral. La banda sonora es bastante escueta y el montaje es bastante clásico. Hay algunos primeros planos, pero predominan los medios y largos, donde los actores tienen mucha más cancha para expresarse corporalmente mientras dan una lección de oratoria con sus discursos grandilocuentes.