Este extraño blog que conduzco sigue con su extraño devenir. Entre multitud de comentarios sobre manga y anime se cuela alguno sobre videojuegos, alguno sobre música, y alguno también sobre literatura. Y entre libros de fantástica o ciencia ficción, de vez en cuando me entran ganas de leer algo más tradicional. Me he llevado muchas desilusiones con la llamada "literatura seria", pero no menos cierto es que he encontrado también en ella auténticas joyas. Supongo que es como todo, igual que hay "dragonadas" maravillosas, hay obras maestras soporíferas. El caso es que llevaba varias semanas con intención de leer algo de Hemingway. Mi intención original era leer "¿Por quién doblan las campanas?", pero no estaba disponible en mi biblioteca y al final me decanté por este otro clásico de la literatura del siglo XX. Me he encontrado con una prodigiosa fábula.
Como García Marquez ya me demostrara, en 100 páginas se puede narrar una obra maestra. "El viejo y el mar" son apenas 125 páginas de letra gorda, una lectura rápida y ligera que demuestra que cuando hay una historia en la cabeza de un escritor y talento en su pluma no hace falta llenar centenares de páginas para transmitirla.
La novela es una extraña fábula que nos muestra la lucha de un hombre contra el mar. Un pescador anciano, perseguido por la mala suerte que -hambriendo y enfermo- continua echándose a la mar porque es lo único que sabe hacer. Y nuestro protagonista vivira una heróica gesta en la que se enfrentará al pez más grande que jamás haya visto.
Es dificil transmitir lo que esta historia transmite si no eres Hemingway. "El viejo y el mar" es a la vez una historia de desesperanza y esperanza. Una historia en la que un anciano que ya lo ha perdido todo en el mundo se encuentra perdido en mitad del oceano, una gesta la suya que sabemos condenada al fracaso, una personalidad que la soledad ha convertido en una cuerda pero triste locura. Esa expresión de "una gota en el océano" que muestra la insignificancia de algo adquiere un valor literal en esta novela con este anciano perdido en la inmensidad de la mar. Pero aquí el autor erige también un canto a la dignidad humana, a la perseverancia, al nunca rendirse, a la ferrea voluntad del protagonista y al perseguir esos sueños que se han ido y no volveran. En el vacio del mar, cuando nuestro protagnista más sólo está, se apoya en sus ferreas convicciones, en el seguir persiguiendo al pez porque es lo único que verdaderamente sabe hacer. Y se apoya en el pez. Hemingway ensalza un ideal de compañerismo, lealtad y nobleza entre un par de contendientes que intentan matarse el uno al otro. Esta novela, llevándonos a un escenario de la máxima desesperación posible, se convierte en un himno a la vida y la dignidad de esta.
Por último me queda hablar del estilo del autor. Sencillo, directo y terriblemente ágil. Indudablemente es una novela corta, pero el estilo de Hemingway ayuda mucho, no deteniéndose nunca demasiado en ningún punto y dotando a la obra de un ritmo sorprendente. El autor nos narra con solvencia todos los aspectos de la pesca y las experiencias del pescador, y en la falta de descripciones y rebundancia de sus palabras hay una naturalidad que se agradece de sobre manera. Además el problema de un único narrador se solventa con una grandiosa representación de las dos personalidades de las que hace gala el protagonista dialogan entre ellas constantemente.
Triste pero alegre, meláncolica pero victoriosa. Esta es una de esas novelas que debería ser leída por todo el mundo.
Como García Marquez ya me demostrara, en 100 páginas se puede narrar una obra maestra. "El viejo y el mar" son apenas 125 páginas de letra gorda, una lectura rápida y ligera que demuestra que cuando hay una historia en la cabeza de un escritor y talento en su pluma no hace falta llenar centenares de páginas para transmitirla.
La novela es una extraña fábula que nos muestra la lucha de un hombre contra el mar. Un pescador anciano, perseguido por la mala suerte que -hambriendo y enfermo- continua echándose a la mar porque es lo único que sabe hacer. Y nuestro protagonista vivira una heróica gesta en la que se enfrentará al pez más grande que jamás haya visto.
Es dificil transmitir lo que esta historia transmite si no eres Hemingway. "El viejo y el mar" es a la vez una historia de desesperanza y esperanza. Una historia en la que un anciano que ya lo ha perdido todo en el mundo se encuentra perdido en mitad del oceano, una gesta la suya que sabemos condenada al fracaso, una personalidad que la soledad ha convertido en una cuerda pero triste locura. Esa expresión de "una gota en el océano" que muestra la insignificancia de algo adquiere un valor literal en esta novela con este anciano perdido en la inmensidad de la mar. Pero aquí el autor erige también un canto a la dignidad humana, a la perseverancia, al nunca rendirse, a la ferrea voluntad del protagonista y al perseguir esos sueños que se han ido y no volveran. En el vacio del mar, cuando nuestro protagnista más sólo está, se apoya en sus ferreas convicciones, en el seguir persiguiendo al pez porque es lo único que verdaderamente sabe hacer. Y se apoya en el pez. Hemingway ensalza un ideal de compañerismo, lealtad y nobleza entre un par de contendientes que intentan matarse el uno al otro. Esta novela, llevándonos a un escenario de la máxima desesperación posible, se convierte en un himno a la vida y la dignidad de esta.
Por último me queda hablar del estilo del autor. Sencillo, directo y terriblemente ágil. Indudablemente es una novela corta, pero el estilo de Hemingway ayuda mucho, no deteniéndose nunca demasiado en ningún punto y dotando a la obra de un ritmo sorprendente. El autor nos narra con solvencia todos los aspectos de la pesca y las experiencias del pescador, y en la falta de descripciones y rebundancia de sus palabras hay una naturalidad que se agradece de sobre manera. Además el problema de un único narrador se solventa con una grandiosa representación de las dos personalidades de las que hace gala el protagonista dialogan entre ellas constantemente.
Triste pero alegre, meláncolica pero victoriosa. Esta es una de esas novelas que debería ser leída por todo el mundo.
4 comentarios:
La leí con 12 años o así, no me entuasiasmó mucho que digamos. Supongo que merecería una relectura de adulto XD
En casa hace años teníamos ¿Por quien doblan las campanas?, Guerra y paz pero mi madre acabó regalando esos libros(por falta de espacio) antes de que yo tuviera edad para poder disfrutarlos.
Yo creo que para algunos libros hay un momento... pero creo más aún que algunos momentos no son para algunos libros.
"El amor en tiempos del cólera" lo pone todo el mundo por las nubes, pero a mi, por lo que sea, no me gusto demasiado cuando lo leí.
"Guerra y Paz" es otro que tengo intención de leer. Aunque a saber cuando.
Lo lei en el instituto hace ya muchos años. En su momento, supongo que cosa de la edad, me parecio un peñazo, pero sospecho que si me lo releyera me gustaria. Pero tendra que esperar bastante, que las lecturas no paran de acumularse...:S
Esas lecturas de instituto que tienen como fin hacer a los jóvenes aborrecer la lectura... que tiempos.
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