Me gustan los juegos musicales, no todos por supuesto, y no todos igual. Pero en general es un género que me gusta si la música está dentro de mis gustos (soy bastante abierto musicalmente, salvo para el pop más comercial... aunque ¡harasho! (ver reseña de una de las ocasionales excepciones)).
La primera parte de este juego me llamó bastante la atención a raíz de algunas reseñas que leí de él, tenía ganas de un juego musical y este tenía buena pinta, amén de que la música de esta franquicia siempre ha estado bastante bien. Cuando estaba a punto de comprarlo anunciaron esta nueva entrega, que ya directamente traía todos los temas descargables originales. Un total de 221 canciones (a los que recientemente se han añadido más -de pago- de otros juegos como Chrono Trigger).
La historia es una soberana chorrada en la que un malo hace algo muy malo y todos los buenos se tienen que unir para derrotarlo completando canciones. Sí, el malo tiene nombre y hay un poco más de trama... pero vamos, da bastante igual para lo que es el juego.
Básicamente tenemos tres modos de juego. Uno en el que podemos jugar libremente a cualquier canción. Otro modo versus en el que podemos jugar contra cualquier otro jugador online o contra la máquina. Y uno último en el que vamos atravesando un mapa como si fuera un juego de rol, donde cada pantalla y jefe es una canción. Para afrontar las canciones disponemos de una party de 4 personajes, elegibles entre unos 60. Estos personajes tienen niveles, así como la posibilidad de equipar también diversas habilidades desbloqueables. Además también podemos equipar a nuestro grupo con un objeto, que modificará nuestras estadísticas, recuperara salud, nos permitirá obtener alguna habilidad o nos dará alguna ventaja de algún otro tipo. Destacar también en el modo "aventura", la barra de vida se mantiene de una canción a otra, y aquí podemos utilizar también los objetos entre pantallas para facilitarnos la aventura.
Dentro de las canciones las hay de tres tipos. Tenemos unas pantallas "de viaje" en las que nuestros personajes recorren un escenario, otras en las que nos enfrentamos a unos enemigos y un último tipo en el que sobre un vídeo hemos de pulsar los botones adecuados. Señalar también que el último tipo es el más escaso y el segundo es el que es usado durante los modos de juego de batallas.
Sobre estos tres modos de batalla, hay tres tipos principales de pulsaciones a realizar. Pulsación simple de un botón, pulsación mantenida e inclinación del stick en una dirección en concreta. Este tipo de pulsaciones se alternan y combinan entre ellas, y obviamente la velocidad y variedad con la que aparecen aumenta con cada uno de los tres niveles de dificultad disponibles.
En batalla, además de este tipo de acciones, hemos de enfrentarnos a los efectos que provocan los ataques que nuestro rival nos haga. Tenemos una pequeña barra de ataque que se va llenando conforme pulsamos acertadamente los botones durante las canciones y que, al llenarse, ocasiona algún tipo de efecto random sobre el contrario (aceleración, velocidad aleatoria, ocultación de los tipos de pulsaciones a realizar, etc).
En cuanto al control, podemos usar el stylus, el stylus y los botones, los botones sólo (e incluso dentro de estos varias opciones). Diría que el control por podría ser mejorable, pues no termina de funcionar bien en el nivel de dificultad superior... aunque aquí entra algo llamado dificultad propia del juego y lo normal en estos niveles es que el stylus funcione mejor (aunque tengo que decir que no es un modo de control que me guste porque este parece uno de esos juegos que te puede costar la pantalla táctil de la consola).
Tecnicamente, dejando de lado el control, hay poco que decir. Diseños simpáticos y sencillos superdeformed para los personajes y los enemigos, animados muy sencillamente. Los altavoces de la 3DS dan para lo que dan, pero en general la música suena muy bien (obviamente suenan mejor los temas modernos, mucho más grandilocuentes y orquestales, mientras que los de los juegos anteriores a Final Fantasy VII tienen un entrañable sonido retro).
En cuanto a duración... sencillamente estamos ante uno de esos juegos que se pueden calificar como interminables. Tenemos más de 200 canciones, con una dificultad bastante alta en sus niveles medio y alto. Intentar acabarlas todas "perfectas" puede llevar varios cientos de horas (digo "cientos" y digo "varios"). Al margen de este reto, incluido dentro de los 96 trofeos del juego y del modo online, tenemos otros objetivos más razonables del tipo de conseguir a todos los personajes o cartas con las que se nos recompensa y que rememoran toda la historia de la franquicia.
¿Recomendable? Como juego músical es bastante bueno, variado dentro de su estilo y repleto de opciones y posibilidades hasta lo indecible. No obstante, sobra decir que a uno han de gustarle los juegos musicales y, naturalmente, ha de ser un fan de la franquicia Final Fantasy pues el juego no deja de ser un gigantesco homenaje a la música y al universo en sí de esta franquicia.
4 comentarios:
Practicamente el Dissidia musical. Es uno de esos juegos que me pillaría seguro de tener una 3DS, aunque el control (al menos el de stylus) no me terminó de convencer mucho.
Al control te acostumbras.
Y luego, como el dissidia por lo poco que vi, una cantidad ingente de homenajes a la serie en forma de muchísimas canciones para completar y mucho factor coleccionismo.
En un principio no me llama mucho la atención, pero si lo encuentro barato puede que le de una oportunidad.
Hai varios juegos de 3DS que tengo pendientes pero aun no he comprado por que no bajan de precio.
Los juegos de Nintendo suelen ser durillos para eso, y la 3DS tiene problemas de distribución... hay juegos que como no pilles de primeras después son sencillamente innaccesibles.
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