Un chico suele deambular por ahí con el obi -esos cinturones de kimonos- de su difunta madre junto a él, le recuerda a ella y le tranquiliza tenerlo junto a él, es suave, huele tan bien como el poncho de Clint Eastwood en versión pétalos de cerezo y esas cosas. Este chico normal -dejando a un lado eso de dormir abrazado a una prenda de su madre muerta-, se encuentra un día atacado por una extraña chica que parece poseída... sabremos entonces que el obi esta vivo (dentro de la cultura japonesa eso de que los objetos cobren vida es bastante normal), y encima resulta ser una tía bastante cabrona que se dedica a putear al chico, y encima por una razón u otra tienen que acabar como una especie de exhorcistas luchando contra todos los otros objetos que cobran vida en su pueblecito.
En fin, no es el peor argumento que he visto en un shonnen.
Tsugumono es eso, un shonnen de los de la vieja escuela; peleas contra espíritus, con un prota que poco a poco se va superando, y que suele estar rodeado de chicas bastante ligeras de ropa (aunque por lo que tengo entendido en esta adaptación animada se han contenido bastante, siendo el manga original digno rival de cosas como "To-love-ru" (ver inspirada reseña)).
Esta no es una gran serie, es una serie sencillita para disfrutar con su comedia sencilla que suele limitarse a ver ver al espíritu del Obi -una Kiriha que se come siempre al resto del reparto por su gran carisma- torturar a su poseedor porque lo considera un inepto. Es una comedia sencilla que recurre a esos clásicos inmortales como golpes en los huevos, así como en el echii recurre a cosas de primero de Akamatsu como los accidentes en baños. En batalla tenemos algún que otro buen momento dado por el uso del obi, ya que al ser algo diametralmente opuesto a lo que entendemos por arma obliga al autor a calentarse un poco la cabeza. Todo esto naturalmente acompaña a una relación entre los dos protagonistas que poco a poco se va haciendo más fuerte conforme se ganan el uno y el otro el respeto y la confianza de su compañero. No es nada del otro mundo, pero esta escuela de shonnens suele funcionar dentro de su sencillez, y si hace algún tiempo que no se ha visto ningún exponente del género suele ser un visionado ameno.
A nivel técnico la serie no destaca especialmente. Los diseños no son especialmente buenos ni originales, y la animación no hace grandes alardes. No obstante, muestra un nivel bastante consistente y no tiene apenas bajones, lo cual en estos tiempos hay que decir que ya es bastante. En lo sonoro encontramos un par de temas pegadizos y fuertes dentro de su sonoridad tradicional, así como hay que decir que la seiyuu de Kiriha consigue transmitir bastante con el particular tono que le da a su voz.
Es una serie del montón. Entretenida y sencilla, para nada profunda ni especialmente interesante. Tiene más o menos las virtudes del género, como todos sus defectos. Si bien no creo que sea una serie a evitar, no es una serie que recomendaría particularmente a nadie; dentro de este género hay mucho donde elegir, incluyendo alguna que otra joyita.
5 comentarios:
Leí los 10 capítulos del manga, y al principio la serie parecía dirigirse hacia comedia chorra bastante graciosilla con mucha broma gruesa/sexual y casos sobrenaturales que afectaban a los personajes secundarios, pero de golpe y porrazo vira hacia un shonen hostias. No sé si el autor lo tenía planeado o si apareció el combo "baja popularidad + editor que mete mano"; yo me inclino por lo segundo, pero aún así me parece bastante aprovechable, el arte es muy bonito y la protagonista tiene gancho para aburrir. Es más de lo mismo pero me entretiene.
Sobre el anime... lo dejé, omite muchísimos sketches de humor (que es la salsa de esta serie y lo que le da el toque) y técnicamente me pareció demasiado justa. Para uno que empieza en esto del anime es bastante recomendable.
A mi me encantó. Hacía tiempo que no veía algo tan sexualmente politicamente incorrecto. Es un aspecto de Japón y el Anime que me encanta. Eso lo echan aquí en la TV, o Dios nos libre en USA, y se arma una grande! Sí, totalmente "old school". Me sentía un poco como en mis años mozos cuando veía Ranma.
Lechu, ojee algo el manga y me sorprendió por lo que comentas, era un shonnen de acción puro y duro, no parecía tener nada que ver con lo que es esta serie en un principio.
erGuiri, a mi me gusta toda esa tontería sexual sin malicia ni lascivia, es refrescante en estos tiempos donde el echii es ya tan descarado e insultante.
Ranma... que grande.
Esta seria la vi unicamente por tu recomendacion, y la pase bien. Y eso, solo queria dejar mi comentario :P .
Me alegro de que te haya gustado. Comentarios así son los que dan vida a un blog :)
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